Blog de Juan Fernández

De todo un poco, como en botica. Apuntes medioseculares, donde, por hablar, se habla hasta del gobierno. Este blog cuenta con la bendición de los siguientes santos: San Woody, San Humphrey, San Frank McCourt, Santa Almudena, Grande de España, patrona de los canadienses, y Santa Dorothy Parker. Borrachos y borrachas de sombra negra, abstenerse.

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Lugar: Madrid, Spain

lunes, febrero 28, 2011

Bilbao

Uno sabe que la memoria acaba siendo progresivamente difuminada por una pátina para la que no hay restaurador que valga, de ahí que todo esfuerzo por contrastar presente y pasado esté condenado de antemano al fracaso, a la farsa, al trampantojo. Digo esto porque acabo de regresar de Bilbao, y mientras he estado allí, intentaba evocar el Bilbao que conocí en mi primera adolescencia. Los nombres eran idénticos, Barrankale, Zabálburu, Abando, Atxuri, Arriaga, doña Casilda, Hurtado de Amézaga, Moyúa, pero ha desaparecido la sempiterna bruma, la ría discurre mansamente, liberada de aquel putrefacto cenagoso que era su señal de identidad más llamativa, el Guggenheim parece un barco de titanio varado frente a Deusto, Calatrava ha dejado su reconocible impronta en el Zubizuri, Foster en el metro, sí, pero el casco antiguo, Siete Calles, resiste el asedio modernizador, a salvo aún de la marea finisecular, y busco refugio en sus bares bulliciosos, en sus calles adoquinadas, en la lluvia que cae indolente por sobre los vivos y los muertos. Y uno visita, claro, el museo Guggenheim, sube por el funicular hasta Artxanda, toma su café reglamentario en el Iruña, pero es el Museo de Bellas Artes el que me conquista. En esta ocasión, no son los grandes consagrados, Zurbarán, Zuloaga, El Greco, Goya, Bacon, Gauguin, el mismo Arteta, quienes me emocionan, sino un pintor de los mal llamados menores, José Arrúe. Hay en sus cuadros un premeditado adanismo, una vuelta a los orígenes, la recuperación de la inocencia perdida, seres amables y vistosos que gustan de paladear la vida sin agobios, la mirada limpia, la palabra transparente. Llegan hasta el visitante, si se acerca debidamente, los ecos de la romería, la urdimbre de risas y cánticos, el tintineo de los vasos, todo ello pintado con unos tonos puros, rotundos, que beben sin pudor ni refreno de la luz solar antes de que agonice.

jueves, febrero 24, 2011

Dylan Thomas, un regalo para el puente



Do not go gentle into that good night,
Old age should burn and rave at close of day;
Rage, rage against the dying of the light.

Though wise men at their end know dark is right,
Because their words had forked no lightning they
Do not go gentle into that good night.

Good men, the last wave by, crying how bright
Their frail deeds might have danced in a green bay,
Rage, rage against the dying of the light.

Wild men who caught and sang the sun in flight,
And learn, too late, they grieved it on its way,
Do not go gentle into that good night.

Grave men, near death, who see with blinding sight
Blind eyes could blaze like meteors and be gay,
Rage, rage against the dying of the light.

And you, my father, there on the sad height,
Curse, bless, me now with your fierce tears, I pray.
Do not go gentle into that good night.
Rage, rage against the dying of the light.

Buen puente y buena suerte.

Sunset Park

La última novela de Paul Auster, Sunset Park, ha provocado reacciones dispares, rompiéndose por primera vez la indulgencia plenaria de que disfrutaba el escritor de Brooklyn. Vaya por delante que servidor es un devoto confeso del bueno de Paul, y quede claro también que es uno de los pocos creadores hacia los que siento una envidia sana. Dicho esto, confesaré que esta obra me ha defraudado. Da la impresión de que Auster ha perdido pulso narrativo, que adolece de una cierta hipotensión imaginativa, y que se conforma, diestro y sabio como es el el manejo de los arcanos estructurales y estilísticos, en hacer una faena de aliño, un discurso pulcro y aliñado, pero muy lejos de los fascinantes laberintos en los que suele atraparnos. Con la crisis financiera y un Obama naciente como paisaje de fondo, se nos van mostrando las vicisitudes, dudas y limitaciones de varios personajes esotéricos y marginales, todos ellos dotados de inquietudes artísticas: literarias, fotográficas, plásticas... Con sus materias primas habituales (el sexo, la culpa, la muerte, la incomunicación), Auster teje una alfombra sobre la que nos deslizamos sin esfuerzo, con la sospecha, eso sí, de viajar por un camino trillado, muy del gusto de los catadores de bestsellers.

miércoles, febrero 23, 2011

Víctor

Delante de uno, a lo largo de cursos y más cursos, van desfilando alumnos. Salvo alguna rara excepción, hacia todos acabo sintiendo una corriente de afecto o cariño. Sabes que son tantas la dificultades esparcidas por el camino, tantas las barreras que sortear, los oráculos que tendrán que descifrar, y tanta su vitalidad, su inocencia, su alma aún no demasiado contaminada por la tinta de calamar, que es inevitable quererlos. De entre todos ellos, siempre hay algunos que provocan tu admiración: Víctor, que dentro de unas horas cogerá el avión de regreso a su Chile natal (un peligro menos para esos políticos que sin ningún pudor ni vergüenza, pese a su acendrado cristianismo, relacionan inmigración y delincuencia), es uno de ellos. Ayer, sus compañeros le prepararon una fiesta de despedida. Grabaron mensajes, le compraron regalos, derramaron alguna que otra lágrima, y Víctor iba de un lado para otro capeando el temporal, tratando de no derrumbarse, manteniendo el tipo. Solo tiene 16 años, pero es tan sabio, educado, prudente y maduro, que antes que a Chile, parece haber completado la travesía a Ítaca.

martes, febrero 22, 2011

Y Cameron cogió su fusil

Leo (era una cuestión de tiempo) las declaraciones de David Cameron, primer ministro inglés, acerca de su proyecto de privatización total (salvo en Justicia y Defensa) del sistema público británico. Y, perdónenme la obviedad, pienso en mis alumnos y se me vienen a las mientes las palabras de Michael Caine en Las normas de la casa de la sidra: princes of Maine, kings of New England. O, en román paladino, que dios os coja confesados.

lunes, febrero 21, 2011

Rafael Álvarez "El Brujo" - El Testigo, de Fernando Quiñones

A partir de un texto del poeta Fernando Quiñones, Rafael Álvarez "El Brujo" elabora una puesta en escena cuyo mayor mérito es satirizar, mediante la reducción al absurdo, la cháchara, la verborrea, la incontinencia verbal con que tratamos de vestir al rey desnudo que somos todos en última instancia. El personaje, un compañero de desmanes y correrías del difunto cantaor flamenco Miguel Pantalón, da rienda suelta a su bilis, sus rencores, múltiples contradicciones, incoherencias, hipocresía, envidias, vilezas, en una especie de auto de fe costumbrista, con un discurso delirante, disparatado, repleto de lítotes, gradaciones, oxímoros, pleonasmos, redundancias, anacolutos, vulgarismos, frases truncas, inconexas, provocando la hilaridad del público, exultante ante el juicio a un pelele social, un detritus, en quien no parece verse reflejado. Al final, en plena catarsis, los asistentes premiaron con una cerrada ovación al actor, un grande del escenario, capaz de robarte la cartera con una sonrisa pícara en los labios, un figura, un vivales, un genio.

domingo, febrero 20, 2011

Sexo, mentiras y viñetas


sábado, febrero 19, 2011

Besllum, de Joana Navarro

Vuelta de espaldas, ocultando pudorosamente su identidad, esta enigmática mujer parece disponerse a ingresar en un territorio sombrío, con un farol en ristre como aliado, dejándonos a su paso un sinfín de interrogantes. Se trata de una falsa impresión, el típico error de los adictos a las obviedades. Basta escrutar atentamente su silueta recortada para deducir, por la disposición de sus brazos, por la determinación con que camina, por la armonía de su movimiento, que se dispone a emprender un vuelo sin retorno. El rastro de sombra delata su lugar de destino: acude a inmolarse, al reclamo del fuego. A un lugar donde, por fin, los faroles ya no serán necesarios.

viernes, febrero 18, 2011

Represión

Un alumno no cesa de hablar durante la clase. Le llamo la atención varias veces y muy molesto, sentencia: joé, tío, ya no se puede ni hablar.

jueves, febrero 17, 2011

De cifras y palabras

Hendrik Hertzberg se ha tomado la molestia de hacer un estudio diacrónico de los discursos de Obama, cuantificando la aparición en los mismos de ciertas palabras, y las conclusiones son demoledoras. Conceptos tales como calentamiento global, desempleo, desigualdad medio ambiente o Guantánamo, se han esfumado por arte de birlibirloque (sin par expresión), para dar paso a otras tales como tecnologías de energía limpia o salvaguardias de sentido común. No solo por sus actos: también por sus palabras (y sus silencios) les conoceréis.

miércoles, febrero 16, 2011

Inferno

El infierno son los otros, dejó dicho Sartre, y el propio Dante nos describe con detalle (y un indisimulado deleite) los tormentos de sus habitantes. Tengo para mí que ambos llegaron a esa conclusión y a ese paraje después de haber asistido a una asamblea vecinal o a un estadio de fútbol. Yo ayer fui a una asamblea vecinal, y mientras acudía al lugar (la iglesia del barrio, ya me contarán), a las ocho de la tarde, iba haciendo mis cálculos: cinco puntos en el orden del día, a cuarto de hora por punto, de modo que podré cenar, en el peor de los casos antes de la diez. Acabamos a las 12.30, y además de a un sinfín de intervenciones airadas, con un discurso bélico, tanta la crispación que parecía que estábamos dirimiendo el destino del planeta, escuché diálogos de este tenor:
-ADMINISTRADORA: Así pues, vamos a comprar dos mandos para la entrada al garaje y otros dos para la salida.
-VECINO 1º (con gesto concentrado): Perdona, ¿puedes repetir?
A.: Dos mandos para la entrada y dos para la salida.
VECINO 2º: ¿Has dicho que dos?
A.: Sí, dos para la entrada y dos para la salida.
VECINO 1º: Pero entonces no son dos. Son cuatro en total.
A.: Sí, claro, cuatro en total.
VECINO 2º: Hombre, eso ya es otra cosa. Estamos hablando de cuatro, no de dos.
En la traca final, un vecino nos apunta a los presentes con su índice y exclama: que sepáis que yo os voy a aplicar la ley. Ignoro si se refería a la ley de fugas.

martes, febrero 15, 2011

Desdén íbero

Se quejan los cineastas españoles de las magras cosechas en taquilla de sus películas; echa uno un vistazo a los libros más vendidos, y salvo los best-sellers habituales, una larga panoplia de autores extranjeros, con los inevitables Follet, Pancol y Larsson a la cabeza, copan el listado; escruta uno las reseñas de los suplementos culturales y advierte una nula o escasa presencia de escritores autóctonos, mientras se tira de botafumeiro para salmodiar las recónditas virtudes de ignotos autores húngaros del XIX o de exóticos coreanos apenas traducidos a nuestra lengua. Tras sesudos análisis, llego a la desoladora conclusión de que partimos de un arraigado prejuicio, de la convicción unamuniana de que es harto improbable que nazca algo valioso en este páramo estéril, confirmándose de este modo la máxima de que a los españoles se les reconoce por lo mal que hablan de España. No se trata de reivindicar políticas culturales basadas en la autarquía ni de corporativismos patróticos, pero sorprende que películas como También la lluvia o Pa negre o novelas como Maletes perdudes, de Jordi Puntí, pasen sin pena ni gloria por el escaparate comercial. Por eso, me alegro inmensamente del triunfo en los goyas de la película catalana Pa negre y vivo como propio el incipiente éxito de Puntí, aunque solo sea por llevarle la contraria al fatalismo tan arraigado por estos lares.

lunes, febrero 14, 2011

'True Grit' Trailer HD

A los hermanos Coen, Ethan y Joel, las historias les importan lo imprescindible. Las necesitan, claro, como necesita un arquitecto un bosque de columnas para sostener el edificio, pero no es en el qué, sino en el cómo, donde se afanan. Ciertamente los Coen son de los escasos cráneos privilegiados capaces de producir un universo artístico propio, reconocible a primera vista, como reconocemos un gag de Billy Wilder o Woody Allen, una secuencia de Almodóvar o Fellini, la voz de Orson Welles o Bogart. Hay en su esteticismo barroco, en el fundido al final de las secuencias, en los encadenados, en el tratamiento de la luz, en las tomas cenitales (portentosa la escena del ahorcado en un árbol, cuando la cámara nos hace compartir la perspectiva precaria del personaje de Maite, la chica), en su vocación incansable de simetría (algunos fotogramas parecen cuadros del mismísimo Rothko), en la fina ironía (incluso en situaciones dadas a lo escatológico), un lenguaje propio, una dicción muy personal, que les convierte en un referente obligado en estos tiempos de escepticismo desilustrado. Y luego están los actores, claro, con un Jeff Bridges con una voz de ultratumba, en pleno tránsito al más allá, una voz cavernosa, un gruñido matizado, la voz de un cíclope que acaba cogiéndole cariño a Ulises, un Matt Damon que asume su condición de secundario de lujo y una Hailee Steinfeld que no se arruga ni un instante ante dos estrellas como las mencionadas.

domingo, febrero 13, 2011


viernes, febrero 11, 2011

Aparatos

Ahora que Mubarak, por fin, ha dimitido, cuando la euforia recorre no solo Egipto, sino también los corazones de todos quienes aman la libertad, me parece un buen momento para formular unas cuantas preguntas elementales. Se me ocurre, por ejemplo, cuestionar cómo es posible que el partido del ahora cesante dictador haya pertenecido a la Internacional Socialista hasta hace unas semanas, cuando el hedor era ya insoportable. Cómo es posible que Mubarak haya contado con el apoyo y la financiación occidental, bajo la coartada de que peor sería el lobo islamista. Cómo que la misma prensa occidental (con alguna honrosa excepción, como el Guardian), haya mantenido un silencio tan férreo y disciplinado durante sus treinta años de gobierno. Y, por último, cómo es posible que ese apoyo, financiación y silencio se sigan manteniendo con otros países de la zona, como Marruecos, Arabia Saudí, Argelia o Libia. Definitivamente, habrá que inventar un aparato que realice tests de moralidad. O, mejor, otro que calibre con exactitud la pestilencia de las heces ideológicas de nuestros gobernantes.

jueves, febrero 10, 2011

El archivo Dalkey

Reparé en este escritor, Flann O'Brien, gracias a una guía de viajes en la que se mencionaba una anécdota suculenta sobre él: habiéndole prometido a su madre en el lecho de muerte que nunca más volvería a tocar un vaso de cerveza, en lo sucesivo entraba con un guante puesto en todos los pubs, donde siguió su inveterada costumbre de emborracharse. Centrándonos en la obra, ésta podría definirse como una sátira culturalista y desmesurada de la tradición y la mitología irlandesa, con varias andanadas contra su flanco católico (inenarrable el diálogo bajo el mar del científico De Selby con San Agustín) y cultural (genial la aparición del mismísimo James Joyce, quien lejos de haber muerto se ha reconvertido en un peculiar cantinero). Si a esto le sumamos una galería fantasmagórica y disparatada de personajes y situaciones, con un científico dispuesto a acabar con la humanidad en pleno gracias al envío por correo de una sustancia química letal, sargentos de la policía municipal que creen fervientemente en la transmutación de personas en bicicletas, y ponemos al frente del reparto a un curioso detective con todos los prejuicios habidos y por haber, un estilo paródico, lleno de giros verbales, dilogías, intertextualidad, citas de autoridad, continuos cambios de escenario, diálogos febriles, maltas envejecidos en una sola semana, habremos dado con la clave de esta novela: una caricatura devastadora, la deformación concienzuda de la aparente normalidad hasta develar su auténtica faz. Mediante una ironía ejemplar, corrosiva, O'Brien desmonta nuestro argumentario, el entramado bajo el que nos guarecemos para no habitar a la intemperie, le da la vuelta al calcetín de lo cotidiano y  refleja nuestra inmensa ridiculez en un espejo inmisericorde.

miércoles, febrero 09, 2011

The Beatles - A day in the life

Dado que hoy, pese a que la prensa inglesa no le presta atención alguna, se celebra el 50 aniversario de la primera actuación de los Beatles en The Cavern, el pub liverpuliano, y para olvidarnos de las boinas contaminadas que se ciernen sobre Madrid, la parálisis en Egipto, las sentencias judiciales y una gripe incipiente, he decidido colgar mi canción preferida de los McCartney, Lennon, Harrison y Starr, aunque también podría haber optado por The fool on the hill, claro.

martes, febrero 08, 2011

Algún bufón que no mate

Leo en una entrevista a la mano derecha de Buenafuente, un tal Berto, cómo este, a propósito de sus años como alumno en el instituto, se declara como un buen alumno, más bien tímido. Yo solo le tiraba tizas al profesor cuando salía al encerado, afirma. Acto seguido, se refiere a cierto profesor que, según él, iba de enrollado, y del que acabaron riéndose todos los estudiantes. No me pregunten por qué, pero a propósito de este sujeto, el tal Berto, he recordado una frase que le dicen a Mark Zuckerberg en la película: tú no eres un friqui, tan solo eres un gilipollas. Pues eso, Berto, que solo eres un gilipollas. Palabra de profesor.

lunes, febrero 07, 2011

The Social Network Official Trailer -In theatres Oct 1 2010

Basada en la biografía del creador de Facebook, Mark Zuckerberg, con Jesse Eisenberg en el papel estelar, esta película, seria aspirante a ganar el oscar, sorprende especialmente por su ritmo trepidante, con continuos trávelin, siguiendo las andanzas de los personajes, y diálogos vertiginosos, propios de mentes superdotadas para todo lo relacionado con los algoritmos, los enlaces y las ecuaciones. Hay sin embargo una ecuación que ninguno de ellos sabe despejar, la ecuación de la vida afectiva, aquella que en última instancia se erige en el fiel de la balanza que determina nuestro éxito o nuestro fracaso. Y sobrecoge observar cómo la misma inteligencia que les proporciona ingentes cantidades de dinero, fama y sexo fácil, sobreviene en algo absolutamente estéril cuando de emociones se trata. Formidable la interpretación de todo el reparto (incluidos los secundarios), con una especial mención para el reseñado Jesse Eisenberg, capaz de mostrar con brillantez la angustia interior de su personaje, su desamparo más absoluto en cuanto cruza las fronteras de la vida. Sin embargo, creo que el oscar se lo llevará El discurso del rey. Ya veremos.

domingo, febrero 06, 2011

T S Eliot Reading The Love Song Of J Alfred Prufrock

LET us go then, you and I,
When the evening is spread out against the sky
Like a patient etherised upon a table;
Let us go, through certain half-deserted streets,
The muttering retreats 5
Of restless nights in one-night cheap hotels
And sawdust restaurants with oyster-shells:
Streets that follow like a tedious argument
Of insidious intent
To lead you to an overwhelming question … 10
Oh, do not ask, “What is it?”
Let us go and make our visit.

In the room the women come and go
Talking of Michelangelo.

The yellow fog that rubs its back upon the window-panes, 15
The yellow smoke that rubs its muzzle on the window-panes
Licked its tongue into the corners of the evening,
Lingered upon the pools that stand in drains,
Let fall upon its back the soot that falls from chimneys,
Slipped by the terrace, made a sudden leap, 20
And seeing that it was a soft October night,
Curled once about the house, and fell asleep.

And indeed there will be time
For the yellow smoke that slides along the street,
Rubbing its back upon the window-panes; 25
There will be time, there will be time
To prepare a face to meet the faces that you meet;
There will be time to murder and create,
And time for all the works and days of hands
That lift and drop a question on your plate; 30
Time for you and time for me,
And time yet for a hundred indecisions,
And for a hundred visions and revisions,
Before the taking of a toast and tea.

Artículo de Luis Montero en Público

viernes, febrero 04, 2011

Friends and foes

Para finiquitar el reportaje al que me refería ayer, recojo hoy la comprobación por parte de los investigadores de que nuestra vida social, la cena con amigos, el partido de tenis, los encuentros más o menos furtivos, nos proporcionan más placer que un aumento de sueldo. Narcisos o no, necesitamos de la aprobación ajena, ver nuestro rostro reflejado en el espejo azogado de la sociedad, buscar la simetría de nuestras miradas y nuestras  palabras, notar la tibieza de una piel, el calor de un abrazo. Sin embargo, creo que subestiman la importancia de los enemigos. En momentos de zozobra, cuando me hallaba más perdido, sus tambores de guerra, convocándome al combate, me han regresado a la vida.

jueves, febrero 03, 2011

Determinismo

De los Estados Unidos de las Américas nos llegan noticias desalentadoras. Según recientes investigaciones llevadas a cabo sobre representativas poblaciones de muestra, la temporada que pasamos en el útero materno nos determina de por vida. Se ha demostrado que un bebé, en plena lactancia, reproduce el ritmo de un poema escuchado antes de abandonar las tinieblas ventrales y ver la luz; los niños franceses lloran con un tono diferente al de los alemanes; a los tres años de vida, ya es posible prever, con un mínimo margen de error, quién llegará a la universidad. Y por si no fuera bastante: no elegimos racionalmente a nuestras parejas, sino guiados por una serie de parámetros incontrolables, como la caída de la ceja al sonreír, la altura o la simetría facial. También han concluido que lo que más nos gusta es hacer vida social, que somos, por encima de todo, animales sociales. Entre otras actividades sociales, amén de cenar con los amigos o apuntarse a un club de senderismo, mencionan la cópula. Qué jodíos.

miércoles, febrero 02, 2011

Times are changing

En efecto, los tiempos están cambiando. Les estoy explicando la poesía de Baudelaire y Paul Verlaine (un chico, al enterarse de su relación amorosa con Rimbaud, sentencia: Verlaine era maricón, profe), y uno de los alumnos, tras escuchar el poema Embriagaos, del primer mencionado, me dice: ¡qué pasada! ¡cómo mola! ¡esta tarde lo tuiteo! No me he repuesto todavía cuando, en la clase siguiente, ya con la generación del 98 a cuestas, otro chico observa los apuntes en el encerado y, haciendo ademán de tirar de móvil, me pregunta: ¿por qué en vez de copiarlos no le hago una foto? Es más rápido, concluye.

martes, febrero 01, 2011

Ubi sunt?

A diferencia de Manrique, no me refiero a los muertos, que parece claro dónde están, sino a aquellos (y aquellas, aclaremos, sobre todo aquellas) que durante una temporada (no precisamente en el infierno), fueron nuestros compañeros de viaje, compartieron nuestras alegrías y sinsabores, fueron cómplices, testigos, nos arroparon con sus abrazos, reales o metafóricos, dieron sentido a nuestra vida, aumentaron nuestras pulsaciones, nos dieron un buen motivo para echar a andar cada mañana, personas a quienes hablamos, escuchamos, besamos, con quienes intercambiamos secretos, intimidades, trivialidades, juicios de valor (también de cobardía), en quienes depositamos nuestro caudal de afectos, miedos, esperanzas, utopías, aquellos que nos nombraban y nos hacían reales, nos rescataban del anonimato, aumentaban nuestra autoestima, qué fue de Polvorilla, de Lady B, del Cuervo, de Yago, de Alex, de Huga, de Gildo, qué fue de ellos, en qué momento se cortó para siempre la corriente afectiva y se perdieron en los dominios abisales de la memoria para no regresar nunca.