Bilbao
Uno sabe que la memoria acaba siendo progresivamente difuminada por una pátina para la que no hay restaurador que valga, de ahí que todo esfuerzo por contrastar presente y pasado esté condenado de antemano al fracaso, a la farsa, al trampantojo. Digo esto porque acabo de regresar de Bilbao, y mientras he estado allí, intentaba evocar el Bilbao que conocí en mi primera adolescencia. Los nombres eran idénticos, Barrankale, Zabálburu, Abando, Atxuri, Arriaga, doña Casilda, Hurtado de Amézaga, Moyúa, pero ha desaparecido la sempiterna bruma, la ría discurre mansamente, liberada de aquel putrefacto cenagoso que era su señal de identidad más llamativa, el Guggenheim parece un barco de titanio varado frente a Deusto, Calatrava ha dejado su reconocible impronta en el Zubizuri, Foster en el metro, sí, pero el casco antiguo, Siete Calles, resiste el asedio modernizador, a salvo aún de la marea finisecular, y busco refugio en sus bares bulliciosos, en sus calles adoquinadas, en la lluvia que cae indolente por sobre los vivos y los muertos. Y uno visita, claro, el museo Guggenheim, sube por el funicular hasta Artxanda, toma su café reglamentario en el Iruña, pero es el Museo de Bellas Artes el que me conquista. En esta ocasión, no son los grandes consagrados, Zurbarán, Zuloaga, El Greco, Goya, Bacon, Gauguin, el mismo Arteta, quienes me emocionan, sino un pintor de los mal llamados menores, José Arrúe. Hay en sus cuadros un premeditado adanismo, una vuelta a los orígenes, la recuperación de la inocencia perdida, seres amables y vistosos que gustan de paladear la vida sin agobios, la mirada limpia, la palabra transparente. Llegan hasta el visitante, si se acerca debidamente, los ecos de la romería, la urdimbre de risas y cánticos, el tintineo de los vasos, todo ello pintado con unos tonos puros, rotundos, que beben sin pudor ni refreno de la luz solar antes de que agonice.
7 Comments:
¿Se puede decir entonces que este puente te sirvió para encontrar el norte en el norte?
Me alegro de que hayas encontrado en una romeria (aunque sea pintada) una paz tan merecida. Si es lo que tienen los santos y las vírgenes si les rezas con fervor...
Bienvenido a Madrid.
Again.
La cabra tira al norte, sabiduría popular. Obrigado.
¡Cuántas cosas tiene Bilbao! Cuando lo visité no hice el itinerario correcto, la mía fue más bien una ruta gastronómica bien regadita de tinto, eso sí; pero museos, no visité ni uno.
Tendré que volver algún dia y buscar un buen guía.
Maresfp, creo que para encontrar el norte necesitaremos una brújula de oro que esté bien imantada!!!
Abraçades a tots dos bona nit i 7mil B7s!!!
Jo!!! ya vuelven las cabras! Mira que yo conozco una que un día se fue por el monte y...
beeeeeeeeeeee...... beeeeeeeeeeeeeee..........
beeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee......
Glingglinglinglin....glinglinglinnn (éstos son cascabeles sonando)
Y la pastora, nerviosa, llamó a la cabra porque tenía varios encargos de queso casero y la cabra ni mu (como es natural) saltando como una loca de risco en risco.
Dicho popular (bastante tonto por cierto): cabra que no has de ordeñar déjala saltar. :-)
I conte contat, conte acabat i el que no alçe el --- el té ----- !!!!
Seguramente si termino la coletilla final, acabaré cargando con un castigo ejemplar, así que me muerdo la lengua, hee,he!!!
Eres genial, haces reir a un muerto!!!
alceeeeeeeeeeeee!!!!
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