Ubi sunt?
A diferencia de Manrique, no me refiero a los muertos, que parece claro dónde están, sino a aquellos (y aquellas, aclaremos, sobre todo aquellas) que durante una temporada (no precisamente en el infierno), fueron nuestros compañeros de viaje, compartieron nuestras alegrías y sinsabores, fueron cómplices, testigos, nos arroparon con sus abrazos, reales o metafóricos, dieron sentido a nuestra vida, aumentaron nuestras pulsaciones, nos dieron un buen motivo para echar a andar cada mañana, personas a quienes hablamos, escuchamos, besamos, con quienes intercambiamos secretos, intimidades, trivialidades, juicios de valor (también de cobardía), en quienes depositamos nuestro caudal de afectos, miedos, esperanzas, utopías, aquellos que nos nombraban y nos hacían reales, nos rescataban del anonimato, aumentaban nuestra autoestima, qué fue de Polvorilla, de Lady B, del Cuervo, de Yago, de Alex, de Huga, de Gildo, qué fue de ellos, en qué momento se cortó para siempre la corriente afectiva y se perdieron en los dominios abisales de la memoria para no regresar nunca.
7 Comments:
Elmu ha dicho:
Lo decía Topo: "Mis amigos, con los que hice la revolución, ¿dónde estarán?" Te me pones nostálgico, Juan. Algún encuentro casual años después con aquellos amigos que la vida conduce por otro lado ha sido cualquier cosa menos estimulante. En algún caso, incluso, deprimente. No recuerdo ninguno que me haya animado a retomar el contacto. Puede que sea triste o simplemente que la vida es así.
I'm here. Where are you?
A Elmu: sí, hay historias que es no conviene revivir, pero hay otras que acabaron antes de bajarse el telón.
A Iris: no sé dónde estoy. Siempre tuve una baja inteligencia espacial. Y me alegro de que hayas reencontrado la verdadera luz, que estaba a la vuelta de la esquina, como siempre.
¿Perdidos en la memoria?
NO LO CREO.
Why?
Puede que cada uno de ellos se hagan esas mismas preguntas o puede que necesites rabitos de pasas o gingseng, tal vez jalea real, ¿pero que perdistes el gasoil de tus amigos? NO, NO LO CREO.
Invertir en afectos no siempre ha de hacernos ricos aunque nos acerque bastante a la opulencia, al bienestar emocional.
Sin embargo, tan importante es sembrar como saber cosechar y los compañeros de viaje también tienen el deber de apearse en su destino o de continuar.
Eiiiiiii, que jo vaig tan perduda com sempre. Potser que Iris haja trobat la llum, però Joana segurament anirà a les palpentes. El síndrome Pessoa reduit a una mínima expressió funciona per anar tirant.
Una gran abraçada. Pel que veig m'has llegit!!! I encara no m'ho crec!!!
I un dato más: la luz verdadera, la que está a la vuelta de la esquina, nunca lee mis tonterias. Asi que... where is the true light?
A good question, indeed. Juan
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