Inferno
El infierno son los otros, dejó dicho Sartre, y el propio Dante nos describe con detalle (y un indisimulado deleite) los tormentos de sus habitantes. Tengo para mí que ambos llegaron a esa conclusión y a ese paraje después de haber asistido a una asamblea vecinal o a un estadio de fútbol. Yo ayer fui a una asamblea vecinal, y mientras acudía al lugar (la iglesia del barrio, ya me contarán), a las ocho de la tarde, iba haciendo mis cálculos: cinco puntos en el orden del día, a cuarto de hora por punto, de modo que podré cenar, en el peor de los casos antes de la diez. Acabamos a las 12.30, y además de a un sinfín de intervenciones airadas, con un discurso bélico, tanta la crispación que parecía que estábamos dirimiendo el destino del planeta, escuché diálogos de este tenor:
-ADMINISTRADORA: Así pues, vamos a comprar dos mandos para la entrada al garaje y otros dos para la salida.
-VECINO 1º (con gesto concentrado): Perdona, ¿puedes repetir?
A.: Dos mandos para la entrada y dos para la salida.
VECINO 2º: ¿Has dicho que dos?
A.: Sí, dos para la entrada y dos para la salida.
VECINO 1º: Pero entonces no son dos. Son cuatro en total.
A.: Sí, claro, cuatro en total.
VECINO 2º: Hombre, eso ya es otra cosa. Estamos hablando de cuatro, no de dos.
En la traca final, un vecino nos apunta a los presentes con su índice y exclama: que sepáis que yo os voy a aplicar la ley. Ignoro si se refería a la ley de fugas.
-ADMINISTRADORA: Así pues, vamos a comprar dos mandos para la entrada al garaje y otros dos para la salida.
-VECINO 1º (con gesto concentrado): Perdona, ¿puedes repetir?
A.: Dos mandos para la entrada y dos para la salida.
VECINO 2º: ¿Has dicho que dos?
A.: Sí, dos para la entrada y dos para la salida.
VECINO 1º: Pero entonces no son dos. Son cuatro en total.
A.: Sí, claro, cuatro en total.
VECINO 2º: Hombre, eso ya es otra cosa. Estamos hablando de cuatro, no de dos.
En la traca final, un vecino nos apunta a los presentes con su índice y exclama: que sepáis que yo os voy a aplicar la ley. Ignoro si se refería a la ley de fugas.
4 Comments:
El problema del infierno és que nunca cuenta con Dios, cosa que nunca he acabado de entender, pues deberían haberle dejado un lugar a él también. Si está en todas partes, en el infierno se han olvidado de él, he,he,he.
No le llamaásteis vosotros tampoco a la reunión.¡Qué fallo más grande!
No tenemos perdón de Dios y nos las tragamos con ron!!!
No me hagas caso, estoy loca de atar y no paro de soltar disparates. I'm sorry.
The evil girl
Elmu dijo:
No; se refería al medicamento 'La ley', que viene en dos formatos. Un gran supositorio del 44, que se administra en una sola toma, porque el esfínter queda como un bebedero de patos. Y en formato Gran garrote, que es a gusto del consumidor, aunque se recomienda aplicarlo con gesto enérgico y repetidas veces al ciudadano indiferente. Ya lo dice el refrán, 'al indiferente, la ley vigente'.
Joana, la libertad pasa por no decir "I'm sorry". Elmu, eres un cachondo.
Lo siento, la disculpa forma parte de mi vida, así que: I'm sorry
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