Blog de Juan Fernández

De todo un poco, como en botica. Apuntes medioseculares, donde, por hablar, se habla hasta del gobierno. Este blog cuenta con la bendición de los siguientes santos: San Woody, San Humphrey, San Frank McCourt, Santa Almudena, Grande de España, patrona de los canadienses, y Santa Dorothy Parker. Borrachos y borrachas de sombra negra, abstenerse.

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viernes, septiembre 30, 2011

A vueltas con el sexo

En su aleccionador libro Pleasure bound (El límite del placer) Deborah Lutz nos recuerda que no hay nada nuevo bajo... las sábanas. Cada generación piensa que ella ha descubierto el mundo sexual, obviando algunos datos históricos, como que el primer vibrador electromecánico aparece a finales del siglo XVIII (patente del doctor Mortimer Granville) y que en ese mismo siglo James Graham fabrica la llamada cama celestial, con cuarenta pilares y una cúpula de cristal y un órgano de tubos incorporado cuyo volumen aumentaba en la proporción que lo hacía la fogosidad de los amantes. Y algún siglo antes, los rabelesianos componían poemas de este calibre: Much wine had passed, with grave discourse / of who fucks who, and who does worse. Ya en el siglo XX (mi siglo, qué carajo), Wilhelm Reich hace una extraña amalgama con el marxismo y la liberación sexual, que culmina con su orgasmómetro, y que acaba con el ingreso del propio Reich en un psiquiátrico, Relata también la terapia que los galenos aplicaban históricamente a las mujeres diagnosticadas como histéricas: un masaje en la zona pélvica. Para que luego duden de su formación científica.

jueves, septiembre 29, 2011

La paradoja del barbero

Sostenía Bertolt Brecht que la duda es un síntoma inequívoco de inteligencia, en la línea de la paradoja socrática y su grado de saber. De ser, como creo, cierto este principio, el filósofo Frege fue uno de los tipos más inteligentes que ha alumbrado la historia. Tras invertir varios años en su intento por darle una formulación lógica a la aritmética, bastó una carta de Bertrand Russell planteando una contradicción en su sistema, la famosa paradoja del barbero, o el conjunto que consta de elementos que no son miembros de sí mismos, para echar abajo su teoría. La prontitud y humildad con que encajó el golpe fueron francamente admirables. En lo que a mí respecta, tengo comprobado que, en general, el grado de cerrazón que el personal muestra en los foros públicos es directamente proporcional a su grado de imbecilidad. Loada sea la duda, pues, como sostenía don Bertolt.

miércoles, septiembre 28, 2011

¿Qué hacer?

Esa era la pregunta que se formulaba Lenin, a propósito del camino a seguir por la revolución. Y yo mismo me la formulo también, ante la descomunal agresión a la educación pública de Esperanza Aguirre y su fiel Figar. Cómo mostrar nuestro radical inconformismo logrando el máximo impacto mediático (las guerras de hoy se libran en la prensa, y más concretamente en la televisión) con el menor número de bajas (sociales y económicas) posible. Los sindicatos caen en la respuesta automática (aunque no solo): la huelga. La convocatoria de una huelga requiere un estudio previo a conciencia sobre los daños colaterales (otro eufemismo), las posibilidades de victoria y la correlación de fuerzas. Esperanza Aguirre sabe que una huelga indefinida es inviable, y con la confianza que le da disponer de una flamante mayoría absoluta y el favor de la muchedumbre, se dispone a capear el temporal durante unas semanas y luego salir como lideresa imbatible. Pienso en mis compañeros, en los padres y nuestros alumnos, y para la pregunta inicial se me ocurren dos respuestas diferentes: una nace en la cabeza y la otra en el corazón. Es difícil conciliarlas, la verdad. En esas andamos.

martes, septiembre 27, 2011

Derek Parfit es un brillante filósofo británico especializado en las relaciones entre ética, identidad y raciocinio. Uno de sus empeños es lograr formular en téminos lógico-matemáticos los principios morales, de modo que alcancen un valor científico e intemporal. A primera vista su afán suena a quimera, porque el propio Wittgenstein, en su celebérrimo Tractatus ya se cuidaba de excluir la ética y los valores de su sistema proposicional. En cualquier caso, no es preciso alcanzar la capacidad intelectual de ambos para saber que, con la coartada de la crisis, lo que están haciendo con los derechos sociales en España, y muy especialmente en Madrid, es sencillamente una canallada. Aunque no sea representable en términos de ecuación de segundo grado, es evidente que nos están sometiendo a otro tipo de grado, el tercero.

lunes, septiembre 26, 2011

No habrá paz para los malvados

Ignoro por qué el mal goza de tanto prestigio entre la crítica cinematográfica, cómo es posible que hasta el fustigador Boyero se enternezca ante este tipo de películas, tal vez se trate del papel catártico, de la liberación del cabronazo que llevamos dentro (hay algunos que incluso fuera, en la epidermis), qué sé yo. El caso es que un producto como el que nos ocupa, de Enrique Urbizu, se ha alzado con el santo y la limosna de la mencionada crítica y el personal, yo el primero, hemos sucumbido al reclamo y hemos acudido en tropel a la sala de cine (en la que, coincidencias de la vida, me he vuelto a encontrar con Manuel Vicent, dicho sea de paso). En fin, confieso que a mí la película me parece bastante prescindible. El guion carece de coherencia, con un poli en horas bajas que recala en un puticlub de madrugada a tomarse un cubata de ron (con un chorrito de cocacola, como mandan los cánones del Averno) y abandona poco después el local después de haberse cargado a dos colombianos y a una lumi aborigen. A partir de ahí, el más absoluto de los desenfrenos, con un Coronado en el papel de Santos Trinidad con cara de no haberse tomado el Actimel esa mañana (barba de cuatro días, desgreñado, chupa de cuero y entrecejo fruncido), dedicado a la persecución de un grupo de traficantes que acaban resultando ser algo peor aún. Sí, ya sé, hay una cuidada estética tenebrista, corren alegremente la pólvora y la sangre, el vocabulario es pertinentemente soez, con tacos a tutiplén, insinuaciones sobre el pasado borrascoso del prota, un hermoso canto a la amistad y la lealtad, un malditismo de tres pares de cojones y un oportuno toque sociopolítico como trasfondo. Hay también varias incorrecciones gramaticales en el guion (preveer, el mismo arma) y las suficientes faltas de ortografía en los títulos de crédito como para suspender al responsable y hacerle repetir el bachillerato. En fin, me pareció una peli pretenciosa pero fallida, con un momento le llamaban Trinidad, cuando el poli, recortada en ristre, se dispone a empezar la balacera y grita: ¡rock & roll! Con un par.

domingo, septiembre 25, 2011

Ecce homo



Con camisa blanca levemente remangada y pantalón vaquero, muy en la línea de un estribillo de José Luis Perales, las cuatro torres polémicas al fondo, en un entorno bucólico, con el otoño anunciándose en el verde amarillento sobre el terreno, el hombre a quien muchos confundieron con Godot, nos mira frontalmente, en un intento notorio por transmitir credibilidad y confianza, al tiempo que esboza una sonrisa a lo Gioconda, una sonrisa que apenas se insinúa en la comisura derecha, una sonrisa que tiene más de rictus que de sonrisa. Lástima que la cabeza ladeada y el brazo izquierdo que cae pendular y algo agarrotado fuera de la pernera, devalúen esa firmeza de líder redentor que la estampa promociona. Pero todo dandy sabe que donde nos jugamos la partida es en los complementos, no en el vestuario, y es el cinturón, debidamente apretado, quien acaba reclamando su protagonismo. Eso, y la mano crispada, preñada de una avidez que echa por tierra todos los consejos del asesor de imagen y convierte a este hombre en un pseudogalán otoñal, un tipo cuyo reloj de firma marca un retraso de siglos.

sábado, septiembre 24, 2011

De la importancia de la fonética


viernes, septiembre 23, 2011

Citius

Mi amiga X, que se define a sí misma como un tanto casquivana, no sale de su asombro a propósito del descubrimiento de unas partículas llamadas neutrinos que, al parecer, son más rápidas que la luz y echan por tierra las teorías de Einstein. Yo, argumenta, conozco a varios tipos que eyaculan a una velocidad muy superior a la de la luz, y nunca se me ha ocurrido darle importancia científica alguna.

jueves, septiembre 22, 2011

La película de nuestro tiempo

La situación actual está pidiendo a gritos ser llevada al cine por algún émulo de Billy Wilder, con un Rajoy en papel estelar, preguntándole a Botín qué pueden hacer los bancos por España y lanzándose este último a cheque descubierto por la llanura manchega gritando "tente, recesión, que un solo banquero es el que os acomete"; con una Cospedal con peineta y mantilla y una Aguirre guiñolesca aproximándose tijeras en ristre a un desavisado funcionario en la ducha, con la música de Psicosis de fondo; con el impagable Arenas contando con los dedos las áreas que su partido no piensa tocar cuando llegue al poder, mientras con tono rumbero y gracejo sureño canta: tres cosas hay en la vida, que no se pueden tocar...; con Soraya de Santamaría en el papel de menina de honor, acompañando al mesurado Pons, disfrazado de chambelán, pregonando con fervor mariano, urbi et orbi, los muchos y portentosos milagros que están al caer no bien Rajoy sea presidente. Como extras se puede contratar a Zapatero mirando compungido hacia Moncloa mientras Mª Teresa de la Vega le reprocha: llora como siervo lo que no supiste defender como socialdemócrata, a Rubalcaba corriendo los cien metros con una jauría de galgos a sus espaldas y a Bono, con semblante seráfico, ascendiendo a los cielos de la mano de Fraga. Que dios nos pille confesados.

miércoles, septiembre 21, 2011

Confesión

Soy plenamente consciente de que los tiempos son convulsos y el tema especialmente delicado, que algunos (esperemos que no demasiados) de los sagaces lectores de este humilde blog se sentirán poseídos por una irrefrenable cólera jupiterina y nunca más, nunca más, volverán a leerlo, borrando de raíz todo rastro de su paso por el mismo, como hacemos con los mensajes de los amores caducos y las amistades descatalogadas, lo sé, pero bajo mi gruesa capa de escepticismo aún anida un último resto de dignidad, un pecio de compromiso, y antes que a los lectores me debo a mí mismo, de modo que, en fin, con todas las disculpas pedidas de antemano por la confesión, reconociendo, insisto, que habrá quien se sitúe en las antípodas y reaccione con estupor e iracundia, quien dude de mi cordura y abomine de mi conocimiento, he de admitir, pese a la indudable controversia que esto va a provocar, que a mí, personalmente, el salmorejo me gusta más con un chorrito, unos cinco mililitros, de fino. Y que sea lo que dios quiera.

martes, septiembre 20, 2011

Del pueblo llano

Descubro a la ejemplar del pueblo llano en el supermercado demasiado tarde: ella ya me ha descubierto. Qué haces por aquí, me pregunta; ya ves, de huelga, contesto; ¿de huelga?, me pregunta a voz en grito, pero ¿de qué os quejáis los profesores?, ¡con lo bien que vivís y lo bien que os trata Esperanza Aguirre! Mi respuesta es irreproducible. Por un instante experimenté lo que se siente al ser uno de ellos. Toda esta agresión calculada a la escuela pública tiene también episodios hermosos. Ayer por la tarde, sin ir más lejos, me sentí orgulloso de mi director. Cuando ante los ojos de uno ha desfilado una variopinta fauna de directores, bastante deprimente en líneas generales, AR nos demostró a todos que ser héroe consiste en cumplir con tu obligación y tener cierto coraje cívico.

lunes, septiembre 19, 2011

El árbol de la vida

Terrence Malick no es precisamente un autor feraz: esta es su quinta película en 38 años, algo solamente comparable, como recuerda Anthony Lane, a lo ocurrido con el esquivo Thomas Pynchon. La película en cuestión, El árbol de la vida, viene precedida de una colosal campaña publicitaria y con el premio de la Palma de Oro de Cannes bajo el brazo. Cuenta además con la presencia entre el reparto de actores como Brad Pitt, Jessica Chastain y Sean Penn. Y sin embargo, aun reconociendo su acierto y destreza en aspectos tales como el ensamblaje de música y acción, el poderoso aliento lírico, el sabio manejo de mitos y miedos ancestrales, una factura técnica deslumbrante, pródiga en efectos especiales, un audaz manejo de la cámara, con barridos espectaculares, el sabio uso de la duración y ángulo de los planos (reveladores los múltiples contrapicados, en ese afán místico que recorre la trama), el uso de lenguajes más propios de otros géneros, como el documental o la poesía (repeticiones, acentos, ritmo, musicalidad); admitiendo también el poder hipnótico que ejerce sobre los espectadores en algunos tramos y la formidable interpretación de algunos actores (con el impagable y joven Hunter McCracken, en el papel del Jack adolescente, y la hermosísima Jessica Chastain a la cabeza), aun así, digo, presenta algunas fallas que lastran el conjunto. De entrada, el film parece subvencionado por el Tea Party o la Congregación del Santo Oficio, a juzgar por el cariz cristiano que presenta desde el primer fotograma. Bien está mostrar la influencia de lo religioso ante una tragedia familiar de las dimensiones de esta historia, pero de ahí a la saturación de citas bíblicas, la música a lo Enya de fondo, los cielos apocalípticos, el triangulito de marras como icono de Dios, media un abismo. No se entienden tampoco los primeros 45 minutos en plan National Geographic, muy vistosos, eso sí, pero perfectamente reductibles a cinco minutos, a lo sumo, si lo que se pretendía era el contraste del origen de la vida con la muerte de uno de los personajes. Hay también secuencias que recuerdan a esos montajes almibarados con que se nos castiga en el correo: música envolvente de fondo y fotografías del Cañón del Colorado o puestas de sol en el Caribe. Tuve como vecino de butaca al gran Manuel Vicent, con su poderosa cabeza patricia y su singular nariz judaica, y le miraba de soslayo para ver qué efecto le producía la película: el hombre no pestañeaba, ignoro si por estupefacción o arrobo. Creo que lo mejor con que podemos concluir es que, pese a que dura dos horas y media y el público estaba integrado por gentes maduritas, de los cincuenta hacia arriba, nadie se levantó para ir al servicio.

domingo, septiembre 18, 2011

La España diferente

Un amigo me decía hace unos días: el problema, Juan, es que el 95% de los españoles son gilipollas. Bueno, con el marbete de gilipollas hay que ser cauto, ya que es una etiqueta colgada con una generosidad desmedida, pero en la que uno nunca se reconoce. Viene esto a cuento de que leo que en la católica Irlanda, el gobierno (conservador, dicho sea de paso) mantiene una dura ofensiva contra el Vaticano a cuenta de los impagos de la Iglesia por las sentencias en los casos de abuso sexual; y leo también que en la vecina Inglaterra, el gobierno (también conservador) va a contratar 250 inspectores para que analicen con lupa las acciones comerciales y financieras de las grandes fortunas con el propósito de recaudar 7000 millones de libras cada uno de los próximos años de legislatura y el propio Obama anuncia un nuevo impuesto para los más ricos. Mientras tanto, aquí en España, los dirigentes políticos de uno y otro partido, se postran de hinojos en la visita de Ratzinger (con el rey jugándose otra fractura con una genuflexión real y el inefable Bono inclinando con violencia su testuz en señal de obediencia eterna) y la promesa de un impuesto timorato, el del patrimonio sobre las grandes fortunas, es recibida con sarcasmo por un partido, el PP, en un tris de ocupar el poder. Eso sí, mientras tanto la Cospedal pasea su palmito luciendo peineta y mantilla y doña Aguirre regala con liberalidad (total, no los ha pagado ella) terrenos públicos a la institución con la que siempre nos acabamos topando, amigo Sancho.

sábado, septiembre 17, 2011

Desayuno familiar

You better run, lover boy. If my husband catches you here, he's going to want me to make breakfast him, too.

viernes, septiembre 16, 2011

Un planeta con dos estrellas

Saza diría que no aguanta este sindiós (Amanece que no es poco), pero helo aquí, la NASA acaba de descubrir un planeta, el Kepler-16b, orbitando alrededor de dos estrellas, lo cual implica que un hipotético habitante del Kepler vería amanecer y atardecer dos veces cada día y su cuerpo proyectaría dos sombras al mismo tiempo. Ignoro qué dirá Rouco de tan paradigmático caso de bigamia estelar.

jueves, septiembre 15, 2011

Txoria txori, John Kelly & Maite Itoiz

Hoy hay una sola protagonista: Aitana, que se nos va a las Alemanias. Esta era la canción de cuna que le ponía el pesado de su padre (y que también, pese a su nula capacidad musical, le cantaba a veces), Txoria txori, de Mikel Laboa, que dice algo así como Si le hubiera cortado las alas, habría sido mío, no habría escapado. Pero así, habría dejado de ser pájaro. Y yo... yo lo que amaba era un pájaro. Pues eso.

miércoles, septiembre 14, 2011

Siglario

Leo en la prensa que la India, China y Rusia ayudarán a Europa a superar su crisis. Me he pasado el mes de julio contemplando cómo mesnadas católicas tomaban la ciudad y curas con alzacuellos de otros países me preguntaban, en inglés o en español, por la localización de determinadas iglesias, y en contra de las afirmaciones de la estrafalaria consejera de Educación, doña Lucía, no solo no les pegaba, sino que les indicaba amablemente la dirección correcta. Leo que el probable futuro presidente de Estados Unidos, Rick Perry, descree de la teoría evolucionista de Darwin. Recuerdo lo que le pasó a un buen amigo por publicar una carta en El País criticando la situación de la escuela pública. Me pregunto cuánto tiempo falta para que nuestros aclamados dirigentes afirmen que, en lo sucesivo, defender el heliocentrismo será castigado con pena de cárcel. Y no puedo evitar la sensación de que nos han metido en la máquina del tiempo y hemos regresado al Medievo. Menos mal que siempre nos quedará Liechtenstein.

martes, septiembre 13, 2011

La historia de Lucy Gault

En fin, será cosa de la edad, no lo descarto, pero es el caso que con reiterada frecuencia uno empieza a leer una novela y tiene una sensación de déjà vu, de cosa ya vista, y se empieza a preguntar qué coño le importan las inusitadas peripecias de los personajes, o advierte cómo un adjetivo (los adjetivos los carga el diablo) chirría, o cómo el autor recurre sin pudor a trucos del más básico de los talleres literarios. Por eso, cuando cae en sus manos una novela como la del irlandés William Trevor, se felicita por haber recuperado el placer de la lectura, el deseo de ocupar un espacio vacío para quedarte a solas con Lucy, Heloise, el capitán y el resto de personajes. Admira la capacidad de elipsis, la renuncia a la fácil explotación de los momentos culminantes, la elección de la sobriedad cuando la trama casi demanda alguna concesión a la galería. Y emociona comprobar cuántas vidas conocidas se reconocen en las de los protagonistas, nuestra torpeza o cobardía para no aceptar lo evidente, nuestra tendencia a refugiarnos en los lugares comunes y los callejones sin salida. Hay varios temas sobresalientes. Uno sería la fugacidad de lo eterno, la fragilidad de la cadena que simula ser férrea del ayer-hoy-mañana; otro sería la incomunicación, nuestra falta de habilidad para verbalizar o manifestar los afectos; un último, el eco de una sociedad crepuscular en el ámbito de una familia. Habla también de la piedad, que buena falta nos hace. La historia sorprende, conmueve y alecciona. ¿Qué más se puede pedir?

lunes, septiembre 12, 2011

La deuda

La película La deuda vuelve a insistir en el ya clásico tema de la sombra del pasado gravitando sobre nuestras conciencias. Una acción desarrollada treinta años atrás, protagonizada por tres jóvenes agentes del Mossad, convertidos en héroes nacionales, continúa marcando sus vidas. A través de numerosos flashbacks y algún golpe de efecto, con un buen reparto de actores, en el que sobresalen la galardonada Helen Mirren y Sam Worthington (para mí el gran hallazgo de la película), con una puesta escena dinámica y eficaz (maravilloso el plano-secuencia que abre el film), la historia entretiene y emociona, que ya es mucho. Sobra, en mi opinión, alguna resolución forzada del nudo gordiano, y hay algún personaje cuya evolución se nos escapa, pero el conjunto es bastante aceptable, y a la espera de la producción a estrenar en otoño, con obras de la altura de El topo, supone un buen aperitivo. Bastante recomendable

domingo, septiembre 11, 2011

Artículo de Montero

Viva la escuela pública

Ahora que arrecia el asedio a la dignidad y que nuestros dirigentes políticos tienen como única misión desguazar el sistema público y ahogarlo en agua bendita, es menester redoblar los esfuerzos, pensar en quienes siguen apostando por una educación basada en la ciencia y no los mitos, la igualdad y no las jerarquías, la luz y no las tinieblas, la solidaridad y no el egoísmo, el análisis y no el dogma, el futuro y no el pasado medieval, la tolerancia y no la intransigencia, la sonrisa y no el miedo, el abrazo y no la hostia. Tiempos surrealistas, en los que nuestros jefes se esfuerzan por acabar con los derechos sociales desacreditando el producto y criminalizando a los trabajadores y recomiendan el consumo masivo de enseñanza privada.

sábado, septiembre 10, 2011

Noticia bomba

Para que tengan un tema para polemizar con sus parejas, les aconsejo que vean el comentario de mi admirado Luis Miguel Úbeda, en su bitácora de París.

viernes, septiembre 09, 2011

Cuando las barbas de Dickens veas mojar...

En enero de 1842, tras sortear varios contratiempos, Charles Dickens logró por fin, a bordo del Britannia, viajar a Estados Unidos. Lo que prometía ser una marcha triunfal, se convirtió en una pesadilla. Comprobó que, en efecto era un autor muy popular allende los mares, pero también que no veía ni un centavo por tan elevadas ventas. Le sorprendió desagradablemente la superficialidad del pueblo norteamericano, y su ausencia de sentido del humor (llegó a afirmar que en todo el tiempo que pasó allí, solo se escuchó reírse a sí mismo). No es extraño que, al partir, anotase en su cuaderno: zarpamos de Nueva York el martes 7 de junio: ¡hurra! Y es que, en demasiadas ocasiones, no hay nada peor que materializar un sueño. Tengas pleitos y los ganes, que diría un clásico.

jueves, septiembre 08, 2011

El caballero de la perrita

Después de la concentración ante la Consejería, un grupo de profesores nos sentamos a tomar unas cervezas en una céntrica terraza. A propósito de Larra, P. nos confiesa que un familiar suyo se ha suicidado hace una semana. Y eso que se le veía bien, dándose paseos con su perrita, nos dice. Y no puedo evitar preguntarme si, al igual que Anna Sergueevna, el personaje chejoviano, también tendría un amante que comía sandía después de follar.

miércoles, septiembre 07, 2011

Desubicación

Un mes de obras en casa da para mucho: para vivir en cuatro sitios distintos, apelando a la generosidad de amigos y a algún alquiler, por ejemplo. Le envío un sms a Celia diciéndole que vuelva a casa, y me contesta: sí, ¿pero a cuál?

martes, septiembre 06, 2011

Ontología

En la casa trajina una brigada babélica de trabajadores, y uno de ellos, un brasileño de fuerte complexión, al verme entrar, me pregunta cual centinela: ¿y tú quién eres? A medio camino entre el pudor y el orgullo, respondo: yo soy el propietario.