Blog de Juan Fernández
De todo un poco, como en botica. Apuntes medioseculares, donde, por hablar, se habla hasta del gobierno. Este blog cuenta con la bendición de los siguientes santos: San Woody, San Humphrey, San Frank McCourt, Santa Almudena, Grande de España, patrona de los canadienses, y Santa Dorothy Parker. Borrachos y borrachas de sombra negra, abstenerse.
martes, diciembre 20, 2011
El bloguero les desea felices fiestas y un próspero año nuevo. Gracias por haber estado ahí.
lunes, diciembre 19, 2011
The Artist
Abandonen sus prejuicios, olviden sus hábitos, permítanse un viaje al mundo de sus sueños, crucen la frontera hasta ingresar en un país incontaminado, atraviesen el espejo, déjense transportar a un universo donde la ternura, la redención a través del amor, la compasión, no solo no son valores periclitados, sino que cotizan al alza, prescindan del verbo y dancen con el espíritu de la inocencia, a merced de unos acordes prístinos y reconfortantes, saboreen todos los matices del gris, ese color tan vilipendiado, embriáguense de belleza, despójense de los oropeles de la acuarela cromática, rescaten a la buena persona que llevan dentro, limen sus colmillos, abandónense y disfruten, disfruten, disfruten... con secuencias majestuosas, sublimes, como el diálogo en forma de danza, la del abrazo reflexivo en el camerino o la del entramado de escaleras en el estudio cinematográfico, por citar algunas.
P.S. A mi anónimo parisino le encantará saber que, sí, en efecto, cuando llegué a la sala de cine, Manuel Vicent estaba (otra vez) allí.
P.S. A mi anónimo parisino le encantará saber que, sí, en efecto, cuando llegué a la sala de cine, Manuel Vicent estaba (otra vez) allí.
domingo, diciembre 18, 2011
Berlanguiano
Ni el Berlanga más delirante habría llegado tan lejos. Las declaraciones sobre el caso Gurtel son el documental definitivo sobre el patio de Monipodio en el que se ha convertido (en el supuesto de que alguna vez haya dejado de serlo) esta patria nuestra. Impagable el personaje del Bigotes, llamando señorita al juez en su arranque verbal, su muestrario de gesticulaciones, como impagables son también el tono pendenciero de Camps, en su papel de virgen mancillada, y el de Costa, en el de señorito de provincias mientras al fondo se escuchan sus conversaciones, que van desde lo gazmoño (amiguito del alma, te quiero un huevo, quiero que nos juntemos para hablar de lo nuestro, que es muy bonito), hasta lo tabernario (cabrón, hijo de puta).
viernes, diciembre 16, 2011
Una muerte ridícula
En plena clase de Literatura Universal, subo de golpe la pantalla y todo el montaje se viene abajo de golpe, con gran estrépito, cayendo a plomo a escasos centímetros de mi cabeza. No puedo por menos que evocar el título de Def Con Dos, Pánico a una muerte ridícula. Puedo imaginarme mi funeral como funcionario caído en acto de servicio: doña Aguirre y doña Figar mandarían al inspector de zona para que como en la famosa escena de Vértigo se cerciorara debidamente de que no era un hábil ardid para tomarme unos años sabáticos y un alumno, preferentemente no mouriñista, daría un paso al frente para leer, como homenaje póstumo, el Romance sonámbulo de Lorca, y nada más escuchar el primer verso con su formidable epanadiplosis, Verde que te quiero verde, el inspector mandaría llamar a las fuerzas del orden público para que disolviera la concentración de los deudos por propaganda indebida de la escuela pública. Eso sí, habría sido una muerte ridícula, allí, a plena luz del día, ante un puñado de somnolientos bachilleres.
jueves, diciembre 15, 2011
Tiempo de vida
En fin, ya sé que este libro (no es exactamente una novela, está más cerca del ensayo intimista) cuenta con todas las bendiciones del mundo: ha recibido el premio Nacional de Narrativa 2011, numerosos ditirambos en los medios más variados, loas sin fin. Pero, imagino que como lector tengo derecho a discrepar. Aun admitiendo que no es habitual la franqueza descarnada con la que habla, me ha parecido una obra enfática, con una prosa reiterativa, redundante, un uso abusivo de la anáfora, de la pregunta retórica, del por que con valor final, de una serie de tics efectistas, del puede que sea a aunque no hay que descartar que sea b. Personalmente creo que hay una sobredosis de lirismo, una obscena pornografía sentimental, una exhibición impúdica, el narrador me parece un niño de papá que pone de manifiesto su frustración y su rabia porque pese a ser ya bastante talludito el papá no le da dinero y pasa estrecheces económicas (no se le debe haber ocurrido que la ley laboral en España permite trabajar a partir de los 16 años), nos cuenta sin pudor alguno sus maniobras para conseguir que su mujer (vaya por dios, profesora de instituto) consiga una plaza en Madrid (al margen del concurso de traslados en el que participamos los simples mortales), las diferentes becas que conseguía para irse a escribir al extranjero (Italia, Francia...). Hay un ensañamiento sin límites con la pareja del padre, desvela asuntos que maldita la gracia que debería hacerle al padre difunto, practica un maniqueísmo vergonzante (la amiga que conoció su padre en Brasil sufre un linchamiento en toda regla), busca en mi opinión de una manera artera la conmoción del lector. Lo que me duele es que, siendo evidente que Giralt Torrente conoce el oficio y no es ningún patán de la palabra, haya optado por una solución sin duda rentable, a juzgar por los réditos obtenidos, pero tan desmesuradamente lacrimógena, tan hiperbólicamente emotiva, que logra el efecto contrario, un poderoso hastío, por más que muchos incondicionales afirmen que lloraron a lágrima viva durante su lectura. Pues muy bien.
miércoles, diciembre 14, 2011
Ganar perdiendo
En este mundo resultadista que nos ha caído en suerte, son muchos, la mayoría, quienes se limitan a echar una mirada oblicua sobre la tabla de datos y concluir en base a los mismos quién ha ganado y quién ha perdido, y entre quienes cometen este error de lesa majestad se encuentran, con su simpleza habitual, los medios de comunicación. Hoy se encargan de recordarnos el centenario de la llegada de Roald Amundsen al Polo sur, y obvian que el verdadero triunfador de aquel reto no fue otro que el capitán Robert F. Scott, quien movido por fines más nobles que los de aquel, antepuso a cualquier otra circunstancia el fundamento científico de su expedición. Ya se sabe que cuando él y los suyos alcanzaron el polo geográfico, se encontraron con la bandera noruega clavada por Amundsen, y es de dominio público que en el camino de regreso, por un cúmulo de contrariedades, todos los hombres acabaron muriendo. Gracias a los diarios de Scott, encontrados un año después de su muerte en una tienda en la Antártida, sabemos de su entereza hasta el final, con acciones conmovedoras, como la del expedicionario Lawrence Oates, quien consciente de la carga que suponía para sus compañeros de viaje, decidió abandonar la tienda donde se refugiaban para dejarse morir. I am just going outside and may be some time fueron sus últimas palabras.
martes, diciembre 13, 2011
En busca del bosón perdido
No está mal perder de vista la ópera bufa que nuestros dirigentes políticos europeos, con esa extraña pareja Merkozy presidiendo las exequias, nos regalan cumbre sí, cumbre también (en todas ellas ofrecen soluciones definitivas que se evaporan en cuanto abren los mercados al día siguiente) y posar la mirada sobre los avances científicos. A mí, personalmente, la búsqueda del llamado bosón de Higgs (o partícula Dios), el que permite la formación de la masa y sobre el que se sustenta el modelo estándar de la física de partículas, me parece de lo más apasionante. Un equipo de científicos acaba de anunciar que una vez más el maldito bosón sigue sin dar pruebas concluyentes de vida, y que aunque han logrado registrar un aumento significativo de eventos en el rango de los 125 gigaelectronvoltios, donde se supone que se halla dicho bosón, la respuesta sobre su existencia real o no debe esperar. Sorprende contrastar el rigor de estos científicos con la chapuza otiliana de los políticos.
lunes, diciembre 12, 2011
De lo oblicuo
Yo le recomendaría a todo el mundo que se diera una vuelta por el Museo Municipal de Madrid y viese con detenimiento la exposición sobre el semanario de humor La Codorniz para hacerse una idea bastante aproximada a la realidad sobre cómo se las gastaba el régimen franquista. Impresiona ver las portadas censuradas (en una se ve a cura en una sala de baile gritando: no, no y no), el humor tan oblicuo al que se veían obligados los dibujantes, la presencia asfixiante de uniformes y sotanas, la puerilidad de algunas viñetas, el arte del subterfugio, el don de la elusión, en definitiva, la falta de oxígeno, la censura del pensamiento libre. Cierto es que en una muestra tan extensa, la desigualdad es inevitable. Junto a autores perfectamente prescindibles, dueños de una gracia tabernaria y ramplona, coexisten auténticos malabaristas de la creatividad, tipos que amagan sin dar (para no dar con sus huesos en la cárcel o en la tapia de un cementerio, ya es conocida la querencia de los totalitarismos por las mazmorras y los camposantos), que recurren de forma maestra al sobreentendido mediante elipsis verbales, dobles sentidos, guiños al lector sagaz. Más allá de su indudable valor plástico y conceptual, uno sale con la impresión de haber hecho un viaje al pasado, a una época en la que un general gallego y su guardia pretoriana gobernaban este país sin reparar en gastos funerarios.
miércoles, diciembre 07, 2011
Relaciones abiertas
Jenny Block ha publicado un interesante libro sobre las relaciones sentimentales abiertas, asunto que se ha puesto de actualidad a raíz de la ruptura entre Ashton Kuchter y Demi Moore. La tesis que sostiene es que una pareja abierta a otras relaciones sexuales puede funcionar tan bien como las cerradas, y que no existe una receta universal válida por igual para todo el mundo. En esto último estoy totalmente de acuerdo, y creo que ha sido ese afán por adaptarnos a un molde único lo que ha provocado tanta frustración. Respecto a cuál es el método más aconsejable, creo que cada uno ha de elegir su propia vía de fracaso.
martes, diciembre 06, 2011
Francesca Woodland
Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver, fue la recomendación del actor John Derek, máxima falsamente atribuida a James Dean, y parece que la fotógrafa Francesca Woodland, de quien se exponen 20 fotografías en La Fábrica, no dudó en acatarla, puesto que se arrojó por la ventana de su apartamento en Nueva York, a la edad de 22 años. Antes nos dejó unas cuantas instantáneas, como la que se muestra aquí mismo, en las que los cuerpos se muestran y se ocultan, a caballo entre el pudor y la exhibición, aparecen en pleno tránsito, en la línea fronteriza que separa el exterior del espacio íntimo, con el postigo ya entreabierto, pero sin atreverse a dar el paso definitivo para ingresar de una vez por todas en la geometría asfixiante de lo doméstico.
lunes, diciembre 05, 2011
Un método peligroso
Un método peligroso, del canadiense Cronenberg, con Viggo Mortensen, Keira Knightley y Michael Fasbender en los papeles estelares, narra el proceso de afinidad y distanciamiento entre el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, y quien estaba llamado a ser su heredero, Carl Jung, con una paciente-colega-amante de por medio, para completar el triángulo. La película tiene una factura impecable, con exteriores adecuados, interpretaciones solventes y una banda musical minimalista, reducida a la máxima expresión, precisamente para dar relevancia a los sesudos diálogos que mantiene el triángulo en cuestión. Si lo que se pretendía era hacer un trabajo divulgativo para el gran público, el plan me parece eficaz, pero lo cierto es que más allá de ciertas concesiones morbosas (la escenas sadomasoquistas entre Jung y su paciente o los ataques de histeria de esta, por ejemplo) y de la aparición fugaz de un personaje libertino, el de Otto, el filme me parece que adolece de falta de tensión narrativa, con un Mortensen envarado, sometido a un ejercicio de contención que deviene en inexpresividad y falta de elocuencia. Un ritmo deliberadamente lento, tratando de recrear una sociedad burguesa que parece haber domado el tiempo, acompañado de una fotografía preciosista, un vestuario dominical y unas localizaciones en parajes con sabor decimonónico, hacen que la obra guarde cierta similitud con el cine británico de temática victoriana, con esa pulcritud tan exquisita que entusiasma a unos y empalaga a otros. Se deja ver.
domingo, diciembre 04, 2011
Retos baladíes
De Gerald Ford y de Bush Jr. se contaba que eran incapaces de pensar y mascar chicle al mismo tiempo. Flaubert, por el contrario, quiso demostrar que era capaz de hacer el amor, fumarse un puro y escribir una carta al mismo tiempo, y lo demostró. Eso cuentan las crónicas, al menos. Lo que tal vez ocurrió fue que se fumó una carta, escribió sobre el amor e hizo un puro (disparate).
sábado, diciembre 03, 2011
Trileros
El arte del trile consiste, como es sabido, en un hábil juego de manos para que la víctima no acierte con el lugar donde realmente está la bolita. El arte de la política, sobre todo de la actual, también. El fulano de la foto es un periodista (¿periodista?? inglés que acaba de declarar en televisión que él les pegaría un tiro a los funcionarios huelguistas, provocando la previsible polvareda. Bueno, se limita a llevar a sus últimas consecuencias la cacería existente contra la función pública. Cuando doña Aguirre insulta a la inteligencia falseando los motivos de la protesta de los defensores de la escuela pública, se pretende encarcelar a quienes votaron con la camiseta verde puesta (los crucifijos, los hábitos de monja y los alzacuellos no lo consideran publicidad, vaya por dios) o ella misma y doña Cospedal nos arrojan a los pies de los caballos de la ciudadanía aduciendo nuestros al parecer inauditos privilegios, también se nos está disparando, aunque la munición, por el momento, solo sea verbal y presupuestaria. No disparen al funcionario. Gracias.
viernes, diciembre 02, 2011
Modorra
Este blog nació con vocación amable y una de sus premisas era que, con independencia de mi estado anímico, ya se sabe, frecuentes erecciones y descensos, que diría Burroughs, no habría cabida para el mal humor o la atrabilis, pero hoy tengo que reflejar mi rabia impotente cuando escucho a la misma señora con unos ingresos que superan con creces los 200.000 euros anuales, pedir al pueblo sangre, sudor y lágrimas y anunciar recortes a los funcionarios de un 3%, a añadir al 5% gentileza de Zapatero. Creen que haber ganado unas elecciones que ni reflejan el voto real (se adultera la representación proporcional en función de los votos) ni dejan más opciones que optar entre un partido que ha gestionado la crisis con una torpeza infinita y otro que tiene como misión primordial arrasar con lo poco que queda del denostado Estado de bienestar, les concede patente de corso. Tal vez habría que crear un tribunal especial para el terrorismo social, para aquellos dirigentes políticos que apoyándose en la artillería mediática que bombardea las conciencias hasta reducirlas a la nada favorecen descaradamente los privilegios de la clase a la que sirven y aprietan a conciencia los cuellos de la mayoría. De no mediar una tragedia cotidiana para tanta gente, el asunto daría para un buen guion del añorado Azcona y una película de Berlanga, en la que esta señora con peineta y mantilla sería un ser irrisorio y estrafalario, capaz tan solo de asustar a los niños en las carnestolendas. Duele lo indecible esta modorra general, esta aceptación entusiasta de la derrota, la inconsciencia con que nos arrojamos en brazos de nuestros verdugos y bailamos alegremente con ellos la obscena danza de la muerte.
jueves, diciembre 01, 2011
Cumpleallen
Hay quien tiene por filósofo de cabecera a Kierkegaard, a Nietzsche o al mismísimo Wittgenstein, pero he de confesar que el mío es Woody Allen. Limitarse a ver en sus películas como comedias más o menos ocurrentes, me parece tan injusto como despachar a Cervantes como el autor de un bestseller o ver la Biblia únicamente desde el prisma religioso. Tras el barniz sofisticado de humor en el que envuelve sus filmes, se halla un sesudo pensador sobre los dos temas cardinales de nuestra existencia, el eros y el tánatos. Nadie como él para mostrar la extrema complejidad de las relaciones humanas y del entramado social, con el azar y el caos gobernando sin rumbo definido nuestras zigzagueantes vidas. De Allen se ha destacado su faceta cómica, olvidando injustamente dramas con la consistencia filosófica de Hannah y sus hermanas o Interiores. Ya sé que Annie Hall y Manhattan pasan por ser sus obras maestras, pero cada uno tiene su preferida, y puestos a elegir, me quedo con Misterioso asesinato en Manhattan y La comedia sexual de una noche de verano. Un profesor universitario le auguró un fracaso total en su vida y le recomendó que se buscase un psiquiatra: le hizo caso en lo segundo, pero de paso decidió regalarnos un arsenal de carcajadas con sus guiones delirantes, una mezcla explosiva de candor, surrealismo y osadía, y sus interpretaciones herederas por vía genealógica del mejor Chaplin o Buster Keaton.