Ganar perdiendo
En este mundo resultadista que nos ha caído en suerte, son muchos, la mayoría, quienes se limitan a echar una mirada oblicua sobre la tabla de datos y concluir en base a los mismos quién ha ganado y quién ha perdido, y entre quienes cometen este error de lesa majestad se encuentran, con su simpleza habitual, los medios de comunicación. Hoy se encargan de recordarnos el centenario de la llegada de Roald Amundsen al Polo sur, y obvian que el verdadero triunfador de aquel reto no fue otro que el capitán Robert F. Scott, quien movido por fines más nobles que los de aquel, antepuso a cualquier otra circunstancia el fundamento científico de su expedición. Ya se sabe que cuando él y los suyos alcanzaron el polo geográfico, se encontraron con la bandera noruega clavada por Amundsen, y es de dominio público que en el camino de regreso, por un cúmulo de contrariedades, todos los hombres acabaron muriendo. Gracias a los diarios de Scott, encontrados un año después de su muerte en una tienda en la Antártida, sabemos de su entereza hasta el final, con acciones conmovedoras, como la del expedicionario Lawrence Oates, quien consciente de la carga que suponía para sus compañeros de viaje, decidió abandonar la tienda donde se refugiaban para dejarse morir. I am just going outside and may be some time fueron sus últimas palabras.
8 Comments:
No entiendo por qué le quitas mérito a Admunsen si fue él el primero en llegar al objetivo, corriendo los mismos riesgos que Scott. ¿Qué no era científico? ¿y? Demostró ampliamente que era capaz de cambiar de estrategia, de adaptarse y tener éxito.
Para mí que a Scott le cegó la cabezonería y es que obcecarse en condiciones tan extremas no le hace más merecedor sino más imprudente.
Felisina ¿qué pasa a dedo? tene pupaaaaaaa? Aymmmmm
Amundsen, jooooooo
Sempre m'ha cridat molt l'atenció la desmitificació de la legenda de Scott i mai no he acabat d'entendre quins van ser els motius per rebatre la legenda de Scott per part de Roland Huntford, i a hores d'ara encara no entenc els interessos que pugueren afavorir la polèmica que la seua obra suscità en el seu moment.
No te preocupes, Feli, que se entiende. Tú con los dedos y yo con las repeticiones. Este señor nos deja una ventana tan minúscula para comentar, que entre el tamaño del miniordenador y la miniventanita, damos palos de ciego.
Podría usted facilitar la comodidad a los participantes de su blog con una ventana de página entera, señor juan!!!
Voy a dar un poco la nota. Con Scott el agitprop británico ha funcionado muy bien. Tan bien que la proeza de Amundsen queda eclipsada y él mismo vituperado, porque a Noruega se le puede ningunear, como a todos los enanos. Es como (me gusta introducir temas polémicos) si al segundón Mourinho lo hacemos el héroe de la Liga, porque no vino a España a luchar contra los elementos. Está bien lo de Scott, porque lo podemos leer. Es digno y heroico. Pero la proeza está más al norte.
Por partes, como dijo Jack el Destripador. Amundsen jugó sucio, jugó al secretismo en todo momento. Scott siempre antepuso el objetivo científico, con la recogida de muestras de minerales, a la carrera. Amundsen jugó la baza de ir sacrificando perros, algo que a Scott le pareció reprobable. En cualquier caso, la derrota de Scott destila lirismo. Respecto a Mourinho, me adhiero a lo que dijo Preciado sobre él.
Respecto a la ventana: Joana, el tamaño no importa.
Ah, no??? Doncs jo pensava que era fonamental per a un bon funcionament de fluidesa intercomunicativa!!!
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