Blog de Juan Fernández
De todo un poco, como en botica. Apuntes medioseculares, donde, por hablar, se habla hasta del gobierno. Este blog cuenta con la bendición de los siguientes santos: San Woody, San Humphrey, San Frank McCourt, Santa Almudena, Grande de España, patrona de los canadienses, y Santa Dorothy Parker. Borrachos y borrachas de sombra negra, abstenerse.
jueves, mayo 28, 2020
Dados como somos al autoengaño tranquilizador, acostumbramos
a moldear la realidad a nuestro antojo. Se ha convertido en un clásico la
condena sin paliativos a nuestra clase política. Y convendría recordar algunas
obviedades. La primera, que todos los políticos son iguales, pero salta a la
vista que algunos son más iguales que otros. Y la segunda, que no
son alienígenas, surgen de nuestro seno y, nos guste o no, reproducen nuestras
miserias y limitaciones. Tal vez sea eso lo que nos incomoda tanto, ver
reflejados en ellos al mediocre y al miserable que todos llevamos dentro.
domingo, mayo 24, 2020
Binomio letal
Hay algo peor que un canalla: un canalla estúpido. De no ser por su superlativo cinismo y su negación de lo evidente, las derechas del mundo mundial aceptarían que la única forma de resistir el primer embate de la pandemia y así evitar millones de muertes, es el confinamiento y la distancia social. Basta con ver el contraste entre dos países vecinos, Noruega y Suecia, con diferentes políticas sanitarias, para comprobarlo. Tienen además la desfachatez de condenar a muerte a esos millones de ciudadanos en nombre de la libertad. Cada vez que escucho esa palabra en sus labios, me echo a temblar. Curioso que un tipo, Trump, que se escaqueó de la guerra de Vietnam, acusara de antipatriota a McCain, que sí lucho y sufrió unas terribles torturas. Y más curioso que unos partidos, PP y Vox, incapaces de condenar la dictadura franquista, apelen continuamente a la libertad para justificar sus decisiones incompresibles, como el voto en contra de la prórroga del Estado de alarma. Estos tipos, en nombre de la libertad, el día menos pensado negarán la ley de la gravedad.
viernes, mayo 22, 2020
Don Eladio, doña Mercedes
Cuando niño, los profesores tenían título de don. Mi primer maestro fue don Antonio el Lápiz. El segundo, don Antonio el Cojo. A primero lo temíamos por la facilidad con que aplicaba severos correctivos. No era un mal tipo, pero practicaba a conciencia el arte punitivo. El segundo murió al poco de comenzar el curso. Yo tenía nueve años y me impresionó mucho. En los dictados, se le movían los pelillos del bigote cuando pronunciaba las fricativas. Gracias a ello aprendí a diferenciar las uves de las bes. Si tuviera que elegir a los dos profesores que más me han impresionado, escogería a doña Mercedes, más conocida como la Cuqui, un soplo fresco de libertad, que luego acabó viviendo con un compañero de clase, y a don Eladio, un hombre de verbo pausado, mirada azul y una sonrisa perenne en los labios. Ambos fueron mis profesores durante tres años. Ella, en Cheste; él, en Eibar. Como profesores de Lengua y literatura les habría hecho gracia saber que el zangolotino tímido y fantasioso que era se ha convertido en un escritor de clase media.
miércoles, mayo 20, 2020
Upside down
Imaginen que en pleno vuelo, cuando el avión atraviesa una zona de espeluznantes turbulencias que ya han provocado la muerte de varios pasajeros, los pasajeros de primera clase se arremolinan junto a la cabina, jaleados a distancia por los presidentes de otras compañías aéreas, pese a los encarecidos ruegos de la tripulación para que cesen en su actitud por las consecuencias que pueden provocar en los demás viajeros y en ellos mismos, para exigir el fulminante despido del piloto y del copiloto. ¿Inverosímil, verdad? No tanto. Déjense caer, en Madrid, por el barrio de Salamanca o por la colonia del Viso a partir de las ocho de la tarde.
martes, mayo 19, 2020
Afán justiciero
De poder hacer cambios radicales en mi personalidad, mi pueril afán justiciero sería uno de ellos. Cuando mi subjetivo radar detecta a alguien petulante y engreído, satisfecho de sí mismo, o percibo que se trata de un claro ejemplar de macho (o hembra) alfa, no puedo reprimirme. En cuanto se me pone a tiro, disparo. Ocurre con frecuencia que el calibre de su arma es notoriamente mayor que el mío, y tengo que apuntarme otra muesca en el amor propio. Me estoy quedando sin hueco para más.
jueves, mayo 14, 2020
Ayuso
En un país normalizado, con dirigentes responsables y al servicio del bien común, hace tiempo que la presidenta madrileña, Díaz Ayuso, habría sido cesada. Por su presidente de partido, Pablo Casado, o por la Asamblea de Madrid. Su turbio proceder, sus maneras rufianescas, esa chulería propia de quien ha llegado a la cima no por sus méritos, sino merced a su clan de amistades poderosas, sus amenazas nada veladas al gobierno central, su ladino apoyo y comprensión a las manifestaciones ilegales de su tribu, su cortedad de miras, su desconexión de la realidad cotidiana, sus extemporáneas y sonrojantes declaraciones, son motivos más que suficientes para que deje la presidencia de la Comunidad de Madrid en manos de alguien que dignifique el cargo y gestione cabalmente los asuntos de la ciudadanía.
martes, mayo 12, 2020
Es el mercado, amigo
Episodios como el de esta pandemia hacen aún más evidente la desprotección del ciudadano en los contratos mercantiles. Unos días antes de la declaración del estado de alarma, mi mujer y yo firmamos el contrato de arras para la compra de una vivienda en Rivas Vaciamadrid y pagamos 6.600 euros. En los dos últimos meses se ha producido un vuelco en la situación laboral y económica de nuestra familia. Pensamos, ingenuamente, que una causa de fuerza mayor como esta nos permitiría recobrar al menos una parte de lo aportado. Craso error. La inmobiliaria se acoge a lo firmado en el contrato y se niega a devolver lo más mínimo. Esa misma causa de fuerza mayor les habilita a ellos a posponer varios meses la entrega de la vivienda. Es el mercado, amigo.
jueves, mayo 07, 2020
Clandestinidad
Faciolince escribía sus diarios en cuadernos. Yo puedo hacerlo tranquilamente en este blog clandestino. Llegó a tener más de cien lectores. Ahora, hace años que nadie deja algún comentario y solo de tarde en tarde algún antiguo conocido se deja caer. Me gusta escribir así, en el aire, sin dejar rastro social. Hay algo definitivamente hermoso y puro en la soledad de estas líneas.
martes, mayo 05, 2020
Lo que fue presente
En la misma línea de las novelas de Karl Ove Knausgård, Héctor Abad Faciolince se desnuda ante los lectores en este libro de diarios. Todo desnudo tiene algo de provocador, tanto si se hace para exhibir palmito como si el objetivo es llevar a cabo un ajuste de cuentas consigo mismo. Hay, en todo caso, un exhibicionismo narcisista, una necesidad de hacer saber al resto de los mortales la existencia de una identidad atormentada, de un ser que necesita purgar sus pecados. En el caso que nos ocupa, Faciolince realiza una expiación, cumple con una penitencia de origen incierto mediante el relato de sus faltas de toda índole, desde las sexuales hasta las relacionadas con el incumplimiento de sus obligaciones como padre y esposo. Aunque en ocasiones se hace reiterativo y obsesivo, los diarios logran atrapar al lector, perplejo en ocasiones por la osadía y la sinceridad del autor, que no tiene reparo en practicar el escarnio más superlativo consigo mismo. Aunque no alcanza la magia de su mejor novela, El olvido que seremos, estos diarios son sumamente recomendables.
sábado, mayo 02, 2020
La España negra
Uno de los muchos hallazgos en esta pandemia es hasta qué punto se han exacerbado las tendencias preexistentes. En otro contexto, como diría Cervantes, moverían a risa los desmanes, imposturas y bufonadas de esa media España eternamente cabreada y jupiterina, pero con este fondo de muerte, produce desolación y rabia ver a sus líderes practicando un humor casposo, espurio y canalla más propio de la época franquista que del siglo XXI. Sus palabras nos dejan el agrio regusto de una mala digestión y convierten a este país en una caricatura expresionista.
viernes, mayo 01, 2020
Pablo Motos y los valores eternos
Se burla Pablo Motos en su programa del aspecto físico y la voz de Fernando Simón, el coordinador del control de la Covid-19. Cuando dice que parece que duerme en un coche y que su voz es tan aguda que hasta los delfines se giran, sus colaboradores (sueldazo obliga) se aprestan a reírle la gracieta y a añadir otros comentarios de su cosecha. Parece que tener un físico o una voz que no se ajusten a los estándares debe ser oportunamente escarnecido por la masa. En cambio, el déficit mental y moral del tal Motos, cuenta con la aprobación de la plebe. Curioso país.