Afán justiciero
De poder hacer cambios radicales en mi personalidad, mi pueril afán justiciero sería uno de ellos. Cuando mi subjetivo radar detecta a alguien petulante y engreído, satisfecho de sí mismo, o percibo que se trata de un claro ejemplar de macho (o hembra) alfa, no puedo reprimirme. En cuanto se me pone a tiro, disparo. Ocurre con frecuencia que el calibre de su arma es notoriamente mayor que el mío, y tengo que apuntarme otra muesca en el amor propio. Me estoy quedando sin hueco para más.
5 Comments:
Prueba a esconder los costurones bajo alegres calcomanias, las hay discretas, graciosas, clásicas....
Ja, ja. Mares, gracias por tu comentario. El primer comentario, tantos cadáveres de todo tipo después.
tantos cadáveres después...
¿vale cuestionar si la resucitación de los esfuerzos merecen poner una buena nota al final de esta invicta evaluación? porque debajo de muchas de las máscaras habitan todo tipo de seres bigotudos de ambos sexos..
No lo tenéis nada fácil. Vuestro trabajo es más que nunca admirable.
No puedo comentar tus últimas dos entradas (supongo que por deseo expreso de la configuración de tu blogger) pero te leo e intuyo un gran dolor...no puedo dejarte sin un abrazo que aunque virtual es sincero...
Publicar un comentario
<< Home