Pablo Motos y los valores eternos
Se burla Pablo Motos en su programa del aspecto físico y la voz de Fernando Simón, el coordinador del control de la Covid-19. Cuando dice que parece que duerme en un coche y que su voz es tan aguda que hasta los delfines se giran, sus colaboradores (sueldazo obliga) se aprestan a reírle la gracieta y a añadir otros comentarios de su cosecha. Parece que tener un físico o una voz que no se ajusten a los estándares debe ser oportunamente escarnecido por la masa. En cambio, el déficit mental y moral del tal Motos, cuenta con la aprobación de la plebe. Curioso país.
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