Política cuántica
Tal vez si aplicáramos a la política los principios de la física cuántica, como el de la superposición de los estados, todo sería más diáfano y comprensible. Así, sabríamos que gracias a la superposición de los estados, la verdad puede estar, no importa sus términos contradictorios, en dos sitios diferentes a la vez, digamos el Parlament de Barcelona y el Tribunal Supremo de Madrid. El president Torra puede estar al mismo tiempo habilitado e inhabilitado, Junqueras libre y en prisión y Puigdemont, en un más difícil todavía, como exiliado en Waterloo, como eurodiputado en Estrasburgo y como candidato presidencial en Barcelona. La ultraderecha puede ser a la vez un partido inconstitucional o constitucionalista, y lo mismo sirve para el independentismo, según la perspectiva del momento. Y nosotros mismos podemos estar, como el famoso gato de Schrödinger, vivos o muertos de asco y de risa. Al mismo tiempo.