La risa y el olvido
Le he tomado prestado el título al gran Kundera para rebautizar el blog (he decidido dejar la despedida, como penitencia). Mientras arranca plenamente, un beso a una inesperada lectora, con la esperanza de que alcance cuanto antes la orilla. Sirva como consuelo que, salvo alguna excepción, sólo perdemos lo que realmente nunca tuvimos. Sé lo que me digo. Después del naufragio, la risa. Y luego, el olvido. Good luck, my old friend.