Del prestigio
Existe una fascinación rayana en la paranoia hacia las clasificaciones. Día sí, día también, asistimos a la exhibición de rankings del más diverso pelaje. En toda Europa, sin ir más lejos, se gastan una auténtica pastizara en un estudio denominado Informe Pisa,tras el cual se comparan las destrezas educativas en diversos países. Aquí en España, se aplican anualmente unas puebas, las CDI, tras las que se elaboran las oportunas clasificaciones, cual si de la liga futbolera se tratase. Pues bien, Malcolm Gladwell, en un sagaz reportaje publicado, dónde si no, en The New Yorker, confirma no solo los bastardos y espúreos intereses que se esconden tras tanto listín y listillo, sino que, con un ejemplo irrefutable, también nos demuestra su escaso valor científico. Hecha la oportuna encuesta sobre cuáles son las mejores Escuelas de derecho en Estados Unidos, la universidad de Penn State ocupa una digna posición, más o menos hacia la mitad de la tabla. Aunque, dado que en dicha universidad carecen de Escuela de Derecho, la posición es, más que digna, milagrosa.
5 Comments:
Elmu dice:
Las clasificaciones las carga el diablo, pero no creo que el Informe PISA sea el ejemplo adecuado. De hecho, no hay en la enseñanza nada parecido por su envergadura y seriedad.
Elmu, mucho podría contarte sobre el "cientifismo" del conocido entre los docentes como el Informe "Pisha". Juan F
Como pisha que és hace aguas por doquier!!!
Sorry: es
¡Copón con el "si yo te contara"! Pues cuéntalo. El blog está para ello, sobre todo para los aspectos más escabrosos. Elmu.
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