Tiempos difíciles
Paseando por el Vallecas profundo, avisto en lontananza una cola interminable. Pese a que es la hora de salida en los colegios, descarto de inmediato que se trate de un centro concertado, ya que me hallo ante una cola multirracial, con numerosos inmigrantes y gitanos. De natural curioso como soy, me acerco y veo que se trata de un lugar donde se reparte comida. En el portón del garaje, se explican los requisitos y los pasos a seguir. Me pregunto dónde está el Dickens íbero que refleje todo esto en una novela inolvidable, como hizo el escritor inglés en su momento.
3 Comments:
Resulta difícil luchar contra las modas literarias, Juan. Seguramente habrá miles de novelas que reflejen esta situación que describes, pero pocos editores que apuesten por ellas.
Una novela, no; pero una película es lo que estoy oyendo a Rajoy. Esto es un obrero que encuentra trabajo porque el gobierno ha cambiado y se preocupa por él. Comienza a gastar y consumir lo que le han impedido los malvados socialistas. Mueve la economía, los bancos prestan, las nubes se levantan, se pagan impuestos, el Estado ingresa y paga el estado de bienestar. Qué bonito, ¿no?
Sí a todo, que diría aquella.
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