La carta de EL PAÍS
Siguiendo la doctrina Álvarez-Cascos sobre el interés general, reproducimos esta carta en un medio público.
Sr. director:
Sr. director:
Lamento comprobar cómo una vez más asistimos a la tradicional cacería mediática y sindical de las propuestas liberalizadoras de la presidenta de la Comunidad de Madrid, doña Esperanza Aguirre. Su última medida, la de acabar con el monopolio de la enseñanza pública, pese a los comentarios sarcásticos sobre que mal puede hablarse de monopolio cuando solo se controla un tercio del sector, mediante la implantación del cheque escolar para que sean los padres quienes libremente escojan entre la escuela pública o la concertada, me parece una medida coherente, necesaria e innegablemente progresista. Tengo la convicción de que, en lo sucesivo, Esperanza Aguirre y su gobierno crearán graciosamente otros cheques para ampliar hasta el final esa misma libertad. Entre ellos, se me ocurre el cheque religioso, para que cada ciudadano decida libremente cómo invertir ese dinero, si lo destina o no a una iglesia y, en caso afirmativo, a cuál, de modo que se acabarán al fin las subvenciones gubernamentales y el lamentable batiburrillo en los funerales monopolísticamente católicos que se celebran tras las grandes tragedias como el accidente de Barajas. Se acabará asimismo con las subvenciones de organizaciones antiabortistas y otras de fervoroso credo religioso. No estaría de más tampoco crear el cheque de transportes, a fin de que cada españolito decida cada mañana si se lo gasta en su coche privado, en un taxi o el el tren de cercanías. Y ya puestos, dado que el gobierno autonómico presidido por ella cobra sus emolumentos de las arcas públicas, me parece oportuno sugerir que se cree también el cheque político, de modo que sea cada ciudadano quien decida en conciencia si pagar o no, con su dinero, a unos dirigentes, los populares, que tienen toda la apariencia de actuar como quintacolumnistas de la empresa privada con el declarado propósito de desmantelar lo poco que nos queda del añorado Estado de bienestar para subastarlo entre los familiares y allegados.
Juan Fernández Sánchez
1 Comments:
Em sembla que ja se'n guardaran de fer-ho. Amb aquest xec anirien directament a la "bancarrota"
No vaig tindré l'oportunitat de felicitarte per aquesta entrada tan enginyosa, així que ho faig ara.
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