Un momento de descanso
El título de la última novela de Antonio Orejudo viene que ni pintiparado para estas fechas vacacionales. Inscrita dentro de la caudalosa corriente de la autoficción (o del yo ficcional, como prefieran), Orejudo construye una obra con vocación de masas, ligerita de peso, con una sabia distribución de maledicencias sobre el mundillo universitario, la inversión de prejuicios, la pertinente crítica a lo políticamente correcto y un personaje antihéroe, adecuadamente patoso, que ve cómo el mundo le hace una enmienda a la totalidad, esto es, le echan del trabajo, su mujer le pone los cuernos y no se entiende con su hijo (sobre forúnculos no dice nada). Desde su vacío existencial, enfoca su acerba mirada sobre un antiguo profesor al que, con la ayuda del narrador, pretende desenmascarar. Hay generosas raciones de humor, desde el más sutil (british) a la pura astracanada, y eso provoca que la lectura sea ciertamente amena. Tengo claro que Orejudo no ha pretendido con este libro aspirar al premio Cervantes, sino elaborar un producto amable, que bebe copiosamente de las fuentes mendocianas y cercasianas, entre otras, y que no es una mala opción para estas vacaciones que algunos nos tomamos a partir de mañana. Pues eso: buenas vacaciones y hasta la quincena que viene. Pásenlo bien.
3 Comments:
Te deseo unas divertidas y felices vacaciones.
A mí me toca trabajar como cuando era suplente toda la Semana Santa (jejejeje, he vuelto a los ventitantos)
Descansa mucho y si te decides por atravesar el Retiro en busca de algun pasillo museístico concurrido, ya sabes que sólo tienes que decir lugar y hora y voilà en un ¡chas! aparezco a tu lado, que abultar abulto mucho.
Besitos y tal y tal como decía Hermida.
Bones vacances i millor lectura!!!
Graciaa, Mares y Joana. Un abrazo.
Publicar un comentario
<< Home