Pacto sombrío
Barry Michels es un psicoterapeuta de Los Ángeles que cobra 360 dólares por sesión a una clientela selecta, integrada por escritores y gentes del mundo cinematográfico principalmente. Seguidor heteredoxo de Jung, su estrategia pasa por lograr que el paciente dé forma a su sombra, que la corporeice, para seguidamente llegar a aceptarla, incluso a quererla. Sabemos desde Freud de la batalla cainita que se desarrolla en nuestra red neuronal, con el yo como esforzado mediador entre el superyó y el ello. Desde luego, no hay duda de que Michels es un verdadero iconoclasta: a un escritor que sufría el consabido bloqueo creativo, le recomendó que le hiciera el amor con pasión desmedida a su esposa; no sé si la terapia le sirvió para algo, pero es posible que su mujer agradeciera el consejo. Que nos pasamos la vida tratando de reprimir, ocultar o enmascarar esa parte vergonzante que todos arrastramos es ya un lugar común. Que hay instituciones cuya labor consiste en aumentar el caudal de sombras, que alimentan sin cesar (especialmente cuando más indefensos estamos, en nuestra niñez) nuestro sentimiento de culpa, también. Lo que me sorprende es, viendo suelto a tanto reverendísimo e ilustrísimo, es que a ningún Barry Michels se le haya ocurrido el proceso contrario, esto es, la metamorfosis del cuervo en luz.
4 Comments:
Muy buena ocurrencia, la tuya!!! Una metamorfosis que muchos agradecerian. Hay mucho cuervo suelto por el mundo, mucha sombra y poca luz!!!
Des del teler. Joana
Los gozos y las sombras o la importancia de una buena terapia a tiempo.
No es fácil pasar de claroscura barroca a bailarina de Gauguin pero supongo que no hay nada imposible para un buen psicoterapeuta.
No sé si Michels es un genio del psicoanálisis, de la psicoterapia o la metempsícosis. Lo indiscutible es su genialidad para las finanzas. Elmu
Sospecho que sobre todo para lo último, Elmu. Juan
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