Blog de Juan Fernández

De todo un poco, como en botica. Apuntes medioseculares, donde, por hablar, se habla hasta del gobierno. Este blog cuenta con la bendición de los siguientes santos: San Woody, San Humphrey, San Frank McCourt, Santa Almudena, Grande de España, patrona de los canadienses, y Santa Dorothy Parker. Borrachos y borrachas de sombra negra, abstenerse.

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miércoles, junio 25, 2008

Maestros

Uno sale de la Universidad sin tener la más remota idea sobre cómo afrontar, pongámonos trascendentales, el desafío académico. La escena narrada por McCourt, quien irá apareciendo a lo largo de este liblog como un faro que nos sirva de guía, en la que se enfrenta por primera vez a sus alumnos, es sencillamente espléndida. Puestos a ser previsores, incluso analizó la posición corporal en que debía hacerlo. No le sirvió de nada, como estaba cantado, y fue preciso que se comiese un bocadillo que aterrizó junto a sus pies para lograr su primer silencio. Personalmente, aún recuerdo con rubor los discursos cargados de moralina y espíritu revolucionario que les endilgaba a unos atónitos alumnos de 9 años, quienes acostumbrados a la reposada y maternal doña Emilia, debían sentir que habían cambiado de planeta. Es preciso ir echando en el olvido todas las estupideces grandilocuentes que has aprendido en la Universidad (confieso que no aprendí demasiado, solía faltar con frecuencia y si ponía los pies en el edificio era para visitar el bar, no soy un modelo estudiantil) e ir fijándose en algunos compañeros, tipos como Gabriel, José Antonio, Emiliano, Paloma, Arriola, y tantos otros. He procurado huir como de la peste tanto de los pertinaces frustrados como de los profetas iluminados, de quienes trataban a los niños como una quinta columna a la que había que someter a duras sesiones de tortura para que confesasen su íncuba condición, como de los que los retrataban como seráficos seres alados libres de toda culpa y de todo mal. He aprendido que no hay recetas, que cada grupo, como defendían los románticos alemanes tiene su propia alma, y que cada día hay que partir de cero, como si te fuese la vida en ello.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

El trabajo de un buen maestro consiste en descubrir en sus alumnos aquello que lo diferencia de los demás y saber aprovecharlo para sacarle el máximo rendimiento.En el momento en que lo olvidamos como individuo y enfocamos la enseñanza atendiendolos como grupo-clase despersonalizamos nuestra labor y impedimos que se desarrollen plena y libremente en función de sus necesidades e intereses.

23:45  

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