Blog de Juan Fernández

De todo un poco, como en botica. Apuntes medioseculares, donde, por hablar, se habla hasta del gobierno. Este blog cuenta con la bendición de los siguientes santos: San Woody, San Humphrey, San Frank McCourt, Santa Almudena, Grande de España, patrona de los canadienses, y Santa Dorothy Parker. Borrachos y borrachas de sombra negra, abstenerse.

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martes, febrero 14, 2012

War Horse

War horse es una obra de un Spielberg en estado puro. Como todo artista con un universo característico muy pronunciado, deja indiferentes a pocos espectadores, despertando elogios encendidos y denuestos sin fin. A mí personalmente hay algunos ingredientes de su cine que me exasperan, como el exceso de almíbar en algunas escenas, los innecesarios subrayados mediante una música edulcorada, los tonos pastel o esas siluetas recortándose contra un horizonte flamígero en el ocaso. De acuerdo, hay eso y mucho más, pero como a todo genio, le basta con una secuencia (o un par), como la del caballo corriendo como un poseso por la trinchera o la carga de la caballería por entre los maizales, para dar por amortizado el precio de la entrada. Son dos horas y media de un producto de artesano, alguien que sabe muy bien como pulsar las fibras sensibles del respetable y que maneja la cámara con la solvencia con que Louis Armstrong tocaba la trompeta. Entrar en los detalles técnicos daría para una tesis doctoral, por lo que me limitaré a reseñar su peculiar sello al crear dualidades, personajes enfrentados, protagonistas y némesis, la facilidad con la que engarza los retales de la trama o el mensaje optimista y redentor con que suele finalizar sus películas. Haré una última confesión: de las cuatro personas que fuimos juntos a verla, dos acabaron llorando a moco tendido. No desvelo las identidades, hay que ser discreto.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Siento mucho discrepar con usted señor Fernández. A mi todas esas cosa que usted tacha de exasperantes me emocionan que si tuviera que medir la intensidad de sus efectos comparándolas con un seísmo, yo diría que alcanzaría el nivel más alto de la escala Richter.

Aclarado este aspecto, simplemente decirle que sus reseñas, despiertan en mí el interés por verlas y le agradezco la aclaración final; me llevaré un pareo por si un simple pañuelo resulta demasiado pequeño.

Gracias por sus crìticas. Un verdadero placer.

22:24  
Anonymous Anónimo said...

Y lo siento, me comí en la segunda linea "hasta tal punto".

22:26  

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