Jeremy Denk
Un principio elemental de la mecánica artística dice que el grado de fatuidad de un creador es inversamente proporcional a su talento y a su sentido del humor. Jeremy Denk está especialmente dotado en los dos últimos campos, por lo que puede permitirse el lujo de practicar la autoparodia y mostrar sus debilidades. En un breve ensayo recientemente publicado relata el proceso de grabación de la sonata Concord, del compositor Charles Ives. Cualquiera que haya escuchado su voz grabada está al tanto de la distancia que hay entre lo que oímos en el artilugio electrónico y la voz que percibimos al hablar. Algo similar, pero a mayor escala, es lo que le ocurre a Denk cuando escucha el resultado de la grabación en el estudio, la esquizofrenia de estar escuchando a la vez lo que quería tocar y lo que el micrófono registró. Obviamente, esa distancia, con frecuencia sideral, es la que media entre cualquier creación y el propósito original del autor, de ahí la eterna insatisfacción de quien tiene la decencia de admitirlo.
3 Comments:
Decía un amigo, los pájaros no cantan para agradarse, cantan porque son pájaros y no saben hacer otra cosa.
No hay retribución psicológica que nos embriague de autocomplacencia, algunos nacisteis para escribir, para educar, para enseñar, y otros afortunadamente estamos aquí , impacientes, aprendiendo a disfrutar de vuestros cantos, dejando que pase el tiempo, agradecidos.
mares
Para el carro, Mares, no creo en la jerarquía de los creadores, cualquiera que se lo proponga lo es, a menudo sin proponérselo. Y nadie nace con su destino en el morral. Un abrazo y gracias por El Manifiesto. Juan
Totalmente de acuerdo, Juan y si no que le pregunten a Gustave Courbet. ¡Ay, si levantara cabeza! No sé si en su momento quedaría satisfecho con su creación, pero ahora, visto lo visto. se lamentaría de no haberse mostrado un poco más vanguardista.
Una eterna Insa
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