Indecisión
En la epopeya que está escribiendo la derecha española en sus diferentes negociados (el religioso, económico, político, etc.) hay tanto aspirante a héroe que me cuesta lo indecible decidirme. Cualquiera de los siguientes, el ministro de economía, Luis de Guindos, que ha pasado de dirigir la sección ibérica de Lehman Brothers al gobierno sin despeinarse (le ayuda la alopecia física y moral), la Conferencia Episcopal en pleno, acusando a la escuela pública de adoctrinar (qué cojones es su catolicismo preconciliar, sino pura doctrina); Gallardón, a quien su imagen progresista se le ha partido en mil pedazos al contactar con el poder, como si fuese uno de esos restos de cometas que se desintegran al entrar en la atmósfera; Rajoy, que solo ha necesitado un mes para reconocer la diferencia entre la prédica y el trigo; el Tribunal Supremo, quien con una coherencia digna de mejor causa sanciona ejemplarmente a unos de los pocos jueces con sensibilidad social...; pero no, mi héroe es el obispo de Granada, quien por si no fuese suficiente con la licencia para violar a las mujeres que hayan abortado, ahora incita a los jóvenes a que no se conviertan en funcionarios. Y en eso, mira tú, le aplaudo el gusto y certifico su sagacidad: para qué coño pasar por una dura oposición cuando, como hace él, se puede vivir del Estado solo con ponerte una sotana.
8 Comments:
Un cambio de tendencias en las vocaciones cristianas por las vocaciones de funcionarios...¿ y dice el granaino que es un signo de enfermedad social? Estudios de la situacion epidemioideológica de nuestros jóvenes indican que jamás se ha tenido ´mayor salud mental y moral , acabaremos venciendo el sarpullido que nos producen y es que aunque se creen abejas creadoras de sana miel pican como avispas puñeteras.
mares.
Amén.
Sinceramente, entradas como esta me hacen preguntarme dónde ha quedado el respeto a los que como yo, creemos en Dios. Señor Fernández, dado que demuestra usted tener buenas dotes como escritor, podría abstenerse de utilizar determinadas palabras en las que, como es evidente, no cree.
Un lector que, a pesar de la Iglesia que ahora tenemos, sigue creyendo.
Mi voto por él; una persona que anima a los jóvenes a buscar trabajo lejos del funcionariado y tiene clara la solución a la crisis apelando como única vía posible la fe en Dios, es digno de admiración
Ahora bien, lo que no entiendo es cómo en este paraíso hispánico-divino que cuenta con una elevadísima élite de interinos y gente de ferviente casta y devota alma cristiana, todavía considere que es poca la fe para salvarnos de la insufrible crisis que nos amenaza.
Así que sus razonamientos, hacen la pisha agua, como diría M M
Anónimo 1, que usted crea en Dios en su problema, pero que los suyos nos quieran imponer sus dogmas a quienes tenemos otras querencias, es el nuestro.
Veo que es incapaz de exponer sus ideas desde el respeto y la tolerancia. Quizás, como Garzón, piense que está por encima de todo/s.
Tenemos tantos héroes en la derecha, en la izquierda, en los sindicatos y la patronal que pensar en alguien mortal se vuelve utópico...
Saludos, don Sergio. Y enhorabuena, ya sabes por qué.
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