Cotolengo
En un país con un mínimo de sentido común, que la misma dirigente, doña Aguirre, que apelaba hace cuatro meses a la necesidad de recortar inversiones en la educación y sanidad públicas por culpa de la grave situación económica (no hay un puto duro, decía la marquesa consorte con ese gracejo popular que tanto celebra la ciudadanía madrileña) nos sorprenda ahora con que el estado de la cuentas en la Comunidad de Madrid es tan boyante que nos podemos permitir el lujo de pagar un cinco por ciento menos en impuestos, solo deja tres alternativas adonde mandarla: al confesonario, para que le administren una penitencia por haber mentido, a la cárcel, por el daño social innecesario que está provocando, o, lo que es más sensato, al cotolengo más próximo, donde debe ser encerrada con una camisa de fuerza y no dejarla salir ni a por tabaco.
3 Comments:
¿SEnsato? ¿que la sigan aguantando los sanitarios en su horario de trabajo?. No pensaba que se podía llegar a ese ensañamiento contra los profesionales de la salud, ¿por qué no la encerraís en un IES y le poneís un exámen de álgebra o de educación para la ciudadanía?
Uagggggggggg, sólo de pensar en mis colegas me da yuyu. MIra como tiemblo. Podiooooooooo.
Qualsevol dia ens sorpendran no sols amb la baixada dels impostos, sinó també amb la reducció de malalties. Ja se sap que qui no treballa, no es pot permetre el luxe de caure malalt i així tot d'una solventaran també les despeses en sanitat :)
Mares, la salud mental es cosa vuestra, de los profesionales de la medicina.
Joana, en vez de recortar enfermedades, se las inventan, todo ello en honor de los laboratorios farmacéuticos que tanto la aman.
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