Sol (y sombra)
Lo de Sol y otras plazas me parece algo tan necesario como, desgraciadamente, inocuo. Que el personal tiene mil y un motivos para quejarse, es una obviedad, y que el sistema tiene una complejidad estructural y los suficientes cortocircuitos como para, mediante el sacrificio de un par de fusibles, atajar la corriente contestataria, también. Me viene a la memoria la revuelta de Mayo del 68, o las de la transición española: parecía que íbamos a alumbrar un mundo nuevo y se quedó en el parto de los montes. Personalmente creo que cuando el capitalismo estuvo contra las cuerdas, hace tres años, cuando la crisis financiera, y los propios magnates pedían árnica y hasta una tregua, dejamos pasar una gran oportunidad, nuestra oportunidad, pero el capital tiene siempre, por lo menos dos planes. Cuando vienen mal dadas, tocan a rebato, las voces de su amo amplían el dial hertziano, aumentan las dosis de modorra y anonimia, y hasta la siguiente crisis. Al final, los que vamos a tener que rezar somos los ateos. Tal como están las cosas, solo nos salvará un milagro. Eso, o convencer a Mou y a Guardiola para que encabecen una plataforma electoral.
2 Comments:
Bona proposta electoral:)
Ateos y funcionarios.
Yo ya comencé a plantar en el huerto perejil para hacerle ofrendas múltiples a San Pancracio, pero con la mala suerte que tengo capaz es de concederme novio.
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