La chispa
Hace solo unos meses, un humilde vendedor de fruta, Mohammed Bouazizi, quien se mostraba exultante por el género que había conseguido, fue humillado por una policía, Fedya Hamdi, al pretender esta, como acostumbraban a hacer a diario sus compañeros, llevarse varios kilos de manzanas. Cuando Mohammed intentó detenerla, ella lo tiró al suelo, le abofeteó y golpeó con su porra. Luego, el joven vendedor intentó en vano ver a un oficial de policía para protestar: un recepcionista le mandó a su casa. Mohammed prometió a sus compañeros de trabajo que le mostraría al mundo cómo funcionaba el sistema tunecino y se prendió fuego a lo bonzo. El presidente del país, Ben Ali, acudió a visitarlo al hospital y ante las numerosas cámaras le entregó un cheque de 10.000 dinares. Ese mismo cheque le fue retirado a la familia en cuanto los periodistas desaparecieron. Mohammed murió a los pocos días, como consecuencia de las quemaduras. Con su muerte, nacía una revolución, que afecta a numerosos países, y cuyo resultado es incierto pero prometedor. A veces, basta una chispa, como la de un vendedor de frutas, como la de Rosa Parks en Montgomery, para que prenda la hojarasca acumulada a lo largo de los siglos.
6 Comments:
¿Quién no ha estado tentado de sacar la violencia que guardamos en nuestro interior ante una situación injusta?
Es fácil prender la chispa en nuestro interior, lo difícil es conseguir sacarla fuera para conseguir que prenda en los demás, que logre incendiar a la mayoría que comparten o no, la misma desgraciada historia. De ahí a renovar o purificar el mundo median sangrientas y violentas guerras.
La docilidad, el miedo, nos paraliza y nos amenaza con enseñarnos que el abismo está cada vez más cercano y que se debe mirar con cautela a nuestro alrededor o acabaremos perdiendo el aliento, de ahí el agradecimiento a quien ejerce de chispero (que no sainetero) por atreverse a defender sus principios rebelándose tan acalorada y ardientemente, por permitir que les invadiera un particular día de furia del que muchos nos aprovecharemos después.
Mares, muy de agradecer tu cosntancia comentarista. Buenas noches. Juan
Resulta realmente deprimente tener que llegar a situaciones extremas para conseguir una mínima esperanza.
Mares, no sé si este es el lugar adecuado, pero quiero que sepas que tus consejos sientan como tu chocolate.
Una xocolata calenta a tres tasses?
Joana ¿Te produjeron ardor?
jejejejeje, la próxima vez te recomendaré un antiácido.
Traduce please.. cuando dices una xocolata calenta a tres tasses quieres decir que es para tres tazas o a las tres tazas?
Juan no hay nada que agradecer, a mí también me encantaría entrar sin hacer ruido pero reconozco que leerte enciende a la petarda que llevo dentro y no puedo evitar responder, además hacia mucho que no escribía tanto, así que me lo tomo como un entrenamiento digital preventivo de males mayores.
Besines a los dos.
Como queráis, puede ser para tres, a las tres de la tarde, de la madrugada o del cualquier día a cualquier hora en el espacio ciberestelar de vuestros magnífíficos blog.
Me tomo un descanso, pero no dejaré de daros la blogolata
Abraçades blocaires intermitents!!!
Publicar un comentario
<< Home