Ahora toca callar
Este blog nació con vocación de futuro. Estaba pensado para que mis nietos, si los tuviera, y yo mismo, lo leyéramos entonces. La vida se ha encargado de segarme el futuro. Ya nada tiene sentido. Además, hay mucho de obsceno en esta exhibición impúdica del dolor. No tengo ningún derecho a amargar su tiempo de felicidad a quienes todavía gocen de él. Hay entre su entereza y mi debilidad la misma distancia que entre Zenobia y Juan Ramón. A los llamados artistas nos superan la enfermedad y el peligro de muerte, pataleamos ridículamente como un niño a quien se le quita su juguete preferido. De toda esta novela de horror por entregas, en la que cada capítulo es más infernal que el anterior, hay solo dos cosas positivas. Una, haber comprendido, aunque tarde, quién era la gigante y quién el idiota. Otra, la cantidad de gente de bien que ha mostrado su cariño hacia nosotros, especialmente hacia ella, y su férrea voluntad de ayuda. Aunque ateo, a veces creo que todo este inmenso horror en una expiación de mis pecados. Muchas gracias a quienes generosamente habéis seguido en algún momento este blog. Ahora toca callar. Un abrazo.
4 Comments:
Un abrazo
Saludos profesor, lo recuerda con cariño un alumno del Instituto Julio Caro Baroja, que por ahí por el 2011 tuvo que abandonar España rumbo a Chile, su país natal. Por esas fechas usted escribió un texto que en este blog que a veces recuerdo.
Un abrazo.
Un abrazo. He olvidado tu nombre, pero te recuerdo.
Víctor. Lo he recordado. Conservo un magnífico recuerdo de ti. Un abrazo.
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