Tiempo de silencio
Ante el alud de bravatas, impertinencias, mentiras, tergiversaciones, amenazas, delirios, estupideces, bulos, martingalas, ocurrencias, manipulaciones, brindis al sol, obscenidades, cantos de guerra, patrioterismos, torpezas, embustes y saldos, sería bueno refugiarnos en el silencio. Con semejante ruido, es inútil la argumentación y el matiz. Opongamos el silencio al rebuzno y al ladrido y a la miseria moral. Pero vayamos a votar. No seamos, como de costumbre, tan exquisitos. Que sean nuestros votos los que hablen y den la oportuna réplica a esta algarabía grosera.
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