Habrá tiempos mejores, pero...
La historia se comporta en cierta forma como el mar, con sus ciclos naturales. A partir de 2008 se inició un periodo de recesión del que todavía no hemos salido. No importa lo que digan las grandes cifras, la macroeconomía. Uno baja a la calle y lo que ve es una ciudadanía en estado de alerta, proclive a la agresividad. En tiempos así, medran los vendedores de crecepelos y los salvadores de patrias. Por si fuera poco, con las mal llamadas redes sociales, el ruido ha ahogado la reflexión y el tuit la argumentación. Habrá tiempos mejores, pero tal vez no estemos aquí para contarlo.
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