Crisis, qué crisis
Le veo introducir rítmicamente la manguera, como un poseso, apurando hasta la última gota, golpeando con frenesí la boca del depósito, dispuesto a exprimir el surtidor, durante más de dos minutos. Dos minutos es, según los expertos, la barrera entre la eyaculación precoz y la aceptable. No me extraña que la máquina, agradecida, le dijera: muchas gracias y buen viaje.
1 Comments:
Crec que he entés perfectament el joc del llenguatge empret, o no. A saber.
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