Las trompetas de Jericó
Cuando nos cabe el triste honor de encabezar a nivel mundial el ranking de contagiados y fallecidos es porque, evidentemente, las cosas se han hecho muy mal. En un futuro próximo, cuando lo urgente haya dado paso a lo necesario, tiempo habrá para pedir responsabilidades y ceses. Pero que en plena tormenta la reacción de algunos líderes de la oposición sea tocar con estrépito las trompetas de Jericó y la de algunos supuestos aliados caer en aldeanismos medievales y el sálvese quien pueda, no deja de producir a un tiempo estupor y una inmensa rabia. Ahora no es el momento de hacer rodar cabezas, sino de la ayuda, la responsabilidad y la colaboración. Y de aplaudir a quienes siguen haciendo posible la vida en este infierno.
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