Hard times

En el comienzo de la novela "Tiempos difíciles" de Dickens, un personaje dice: Limítese a los hechos, señor. Ahora, cuando se ha puesto de moda hasta la náusea el principio de la importancia del relato, convendría hacer caso al personaje en cuestión. Y el hecho es que, una vez más (y van...) la izquierda ha sido incapaz de ponerse de acuerdo para formar gobierno. No caeré en la hipocresía de repartir las culpas por igual. Tengo muy claro qué líder es el consumado especialista en hacer fracasar los diferentes proyectos en que se involucra, un verdadero maestro de la derrota, pero sería injusto hacer recaer toda la culpa sobre él. La gestión llevada a cabo por el presidente Sánchez ha sido un canto al despropósito. Primero, al mejor estilo de Rajoy, practicando el tancredismo y haciendo brindis al sol, con unas patéticas demandas al tripartito de la derecha. Después, no marcando desde el principio unas líneas nítidas de negociación, para evitar la bochornosa sensación de cambalache y chalaneo. Y a propósito de bochorno, alguien debería practicarles el control anti-doping a algunos oradores, con unos discursos tan cargados de morralla chabacana que serían la envidia del mismísimo Lerroux. Cómo estará la situación que en medio de esta opereta bufa hasta Rufián parece un gentleman. Tiempos difíciles, sin duda.