Rivera y Cía
La estrategia electoralista de Albert Rivera y su partido ha entrado, como era de prever, en la fase de delirio. Al participar en este obsceno ménage à trois con PP y Vox, por más que alegue que ellos solo tienen contacto carnal con la primera de estas organizaciones, tratando al mismo tiempo de presentarse como un monógamo intachable, provoca la carcajada y el estupor. Su política, por seguir con la vena humorística, recuerda demasiado a aquel conductor que por error circula en sentido contrario y al oír por la radio que las autoridades alertan del peligro de un posible kamikaze en la carretera, exclama: ¿uno solo? ¡hay miles! Cuando los cuadros y militantes de Ciudadanos dimiten a pares, sus dirigentes son abucheados en diferentes foros y, para mayor escarnio, los resultados en las encuestas siguen siendo bastante pobres, es preciso un cambio de rumbo. No sé si su partido, pero sin duda el país lo necesita con urgencia.
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