Savater
Vaya por delante, eso sí, que si Lara me llama alguna vez por teléfono (no caerá esa breva) para ofrecerme el Planeta mundial y sus 600.000 euros de vellón, pues, hombre, qué quieres que te diga, todo sea por una buena causa, o sea. Ocurre sin embargo que el bueno de Savater, el nuevo rey de Saba, se ha pasado la vida mostrándose como arquetipo de la moralidad, como prohombre ético, como adalid de la rectitud y en este plan. Y, o estamos a Rolex o estamos a setas. Semejante contradicción, que el hombre más honrado de las Españas acepte el premio más corrupto y pretenda resolverlo con un silogismo, con una cabriola de cínico bregado, pues no, oyes, por ahí sí que no. Decir que si la gente cree en los Reyes Magos no es culpa suya es un excurso impropio de un héroe social como él, una flatulencia ideológica. Ya en su momento me sorprendió su entusiasmo y exacerbado orgullo por la medalla impuesta por el ministerio del Interior (nuestros intelectuales más señalados, Marías y Vila-Matas al margen, se pirran por una medalla oficial, no digamos ya por una recepción regia), pero lo del Planeta le desnuda a él y nos deja con cara de pánfilos a los demás. ¿Qué va a ser ahora de su amado Amador? En lo que al Planeta respecta, después de haber premiado a Boris Izaguirre y a Savater, nuestro Sartre patrio, sugiero que, para no desmerecer en el futuro, el próximo año se lo otorguen al novio de la duquesa de Alba o, ya puestos, al duque de Marichalar. Todo sea por mantener el prestigio y la credibilidad, así pues.
3 Comments:
Pues ahora los planetas quedan a pocas Millas de los premios nacionales de literatura, ¿qué te parece? ¿La nación se aplanetiza o nacionalizamos el Planeta?
Muy agudo con lo de las Millas.
En el millor dels casos l'internacionatittttttttttzzzzzzzem
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