Las verdades emocionales
El filósofo de guardia que dijo aquello de que el hombre (en genérico) es un ser racional debía haberse fumado un par de petas. Quiá. El hombre es un ser emocional, y es esta circunstancia incontrovertible lo que dificulta en grado sumo la comunicación interpersonal. Si uno está convencido de que Fulano es un rácano, será en vano que este le invite a un crucero cada mes, a gastos pagados, martini seco incluido, que usted seguirá erre que erre afirmando a tirios y troyanos que es un tacaño de aúpa. Eso, unido a una moral judeocristiana que ha logrado la extraña paradoja de que todos nos sintamos víctimas (alguien tendrá que hacer de verdugo, digo yo), que vayamos con nuestro morral lleno de agravios, dispuestos a hacerlos valer a las primeras de cambio, venga o no venga a cuento, viene a corroborar lo que otro filósofo, este con plaza fija, Sartre, entre amante y amante compartida con la Beauvoir, su castorcito, afirmó: el infierno son los otros. Lo malo es que, en ocasiones, nosotros mismos somos los otros. No sé si me explico.
3 Comments:
No ho acabe d'entendre: jo sóc jo i ningú més.
Me temo que cada uno somos una multitud.
Com les cares de la moneda?
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