Mashote
La mañana no había sido fácil y entro en clase, a última hora, desacostumbradamente tenso. En vano espero a que se callen, y es en plena algarabía cuando un chico nos obsequia con un grito tarzanesco. Estallo y suelto un par de exabruptos que desconciertan a la clase, por lo inhabitual. Hoy, el ya mítico Seballos, me dice, con su proverbial asento caribeño: profe, ayer me gustó tu reassión, me demostraste que eres un mashote; es que antes, profe, mira lo que te digo, eras un poco blandito, como mariposilla; entonses me dije: ese es mi profe.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home