De lo patético
Pero hombre, amigo, perdona que me cuele de nuevo, no sigas por ahí, te veo muy capaz de entrar al trapo sobre el propósito antimonopolista de doña Aguirre, eso no le interesa a nadie, así que cuenta algo gracioso, profe, practica la self-deprecation, ríete de ti mismo, eso es muy socorrido, a la gente le encanta ver cómo los otros muestran sus vergüenzas, qué si no striptease, y eso que suspendo inglés, es lo que hace un escritor que se precie, tú te lo puedes permitar, no todo el mundo tiene el José Coronado en su vitrina, cuenta por ejemplo aquella anécdota, cuando te acercaste en la sala de profesores a una colega y la invitaste a tomar café, y cuando ella, socarrona, te preguntó que por qué había sido ella la elegida, tú respondiste que porque solo invitabas a las mujeres atractivas o inteligentes, una más de tus salidas de pata de banco, de tus deslices, y entonces ella se dirige en voz alta a las presentes, una decena larga, y les pregunta la tía, ¿a vosotras os ha invitado alguna vez Juan a tomar café?, y ante el silencio general, remata: es que dice que solo invita a las inteligentes o atractivas, cuenta cosas así, de este tenor, y no hagas caso a la Aguirre, a fin de cuentas ella está ahí por la voluntad de los sabios electores, tan inteligentes y atractivos ellos que no te va a aquedar más remedio que invitarles, sí, a todos, a tomar café, a tomar café...
5 Comments:
Ara mateix l'he pres, però no m'ha convidat ningú. És clar tu no hi eres aquí.
Espere que no malinterpretes el que he dit abans, jo no entre dintre del seu sac electoral.
És clar que no.
Aleshores, accepte el café.
Donçs, molt bé.
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