Blog de Juan Fernández

De todo un poco, como en botica. Apuntes medioseculares, donde, por hablar, se habla hasta del gobierno. Este blog cuenta con la bendición de los siguientes santos: San Woody, San Humphrey, San Frank McCourt, Santa Almudena, Grande de España, patrona de los canadienses, y Santa Dorothy Parker. Borrachos y borrachas de sombra negra, abstenerse.

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miércoles, septiembre 03, 2008

¿Por qué escribes?

Hace unos meses gané, seguramente por error o por la corrupción que no cesa (en cierto foro lo daban por seguro), un premio literario, como saben los desocupados lectores de este blog. Alguien, permítaseme la discreción, se apresuró a felicitarme: enhorabuena, me he enterado de que te han dado el José Coronado. En otra ocasión, cuando me prodigaba más en los concursos literarios, me dieron otro en cuya entrega tuve que asistir a un festival chocarrero del que salí por pies cuando la vedette de turno me invitó a subir al escenario para escenificar el numerito de la manzana deslizándose por sus pechos. Y no faltó otro cuya entrega tuvo lugar en el vestíbulo de un centro comercial, con los clientes y sus respectivos carritos transitando atónitos junto al escenario. Cuento todo esto porque se supone que esa parte, la del reconocimiento social y la recompensa económica, es la parte dulce de la historia, de modo que imagínense la amarga. Dicho todo esto, como respuesta a la pregunta inicial, imagino que uno llega a esto de la escritura por descarte, como en tantas otras cosas. Y también porque en la adolescencia, donde uno aún tiene sus guías y referentes, alguien te elogia por un escrito, un relato, y te deja marcado para siempre. Lo bueno que tiene esto de la escritura es que nadie te rebate o se solivianta durante el acto mismo, ya que la lectura no es inmediata y, durante un lapso de tiempo más o menos largo, tienes la sensación de que lo que has manifestado tiene algo de irrebatible o de coherencia. Imagino que también, como hablar, escribir te ayuda a clarificar los pensamientos. Puede que quien mejor, o más hermosamente al menos, lo ha expresado, haya sido García Márquez: escribo para que me quieran mis amigos. Si el propio Paul Auster manifiesta su incapacidad para contestar a la pregunta de marras, imagínense yo, alguien cuyo máximo logro literario, su momento de fama warholiano, ha sido ganar el José Coronado. Y, como dijo alguien que no se distingue por su veneración hacia mi persona, ya era hora de que ganaras algo, hijo. Aunque sea, permítanme el tono coloquial, uno con nombre de galán cinematográfico.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Por aquello del descarte: parece que no llevas tan malas cartas, compañero.

16:33  

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