Tiempos heroicos
Claudio abre una botella de vivo y al alimón con su hermano Eusebio comienzan a desgranar sus recuerdos sindicales. Es un relato épico, con todos los ingredientes, también, de una novela negra: amenazas de muerte a una hija, una bomba en el bar donde comían, provocaciones zafias de un director, dos años de castigo en la peor sección de la fábrica, los intentos de soborno, el suicidio en la propia fábrica de un antiguo trabajador... Hay, sin embargo, algún episodio cómico: los directivos encerrados ante una convocatoria de huelga, otro director implorándoles un margen en el convenio para salvar la cara ante la junta directiva, la afiliación a Comisiones Obreras de algunos altos cargos para obtener más dinero en el cierre de la fábrica. Mientras escucho en silencio, me digo que no se hizo justicia con estos y otros luchadores obstinados por una sociedad más digna. Cuando llego a casa de mi hermana, donde me esperaban para comer desde hacía dos horas, ellos ya andan por el chupito de sobremesa. Dónde te has metido, me preguntan.
1 Comments:
Sí que fueron tiempos heroicos.
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