Sex o no sex
Échenle la culpa a la irrupción de la primavera o al dios Cupido, que parece un dios de contrato temporal, pero es el caso que en estos días no es extraño que compañeras como Smiling Flower and Blonde Sea, con quienes antaño sólo era posible mantener tediosas conversaciones sobre estafas, seguros y alumnos rebeldes sin causa, experimenten una súbita transformación y se enzarcen en serias disputas sobre zonas erógenas e intensidades orgásmicas. Por si este fenómeno no fuese suficiente, el hombre G se nos vuelve poeta y nos habla de los reflejos dorados en el pelo y la luminosidad de una sonrisa. Y yo con estos pelos.
3 Comments:
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No, no, aquí nadie ha metido la pata. Al revés, agradezco que alguien dedique su tiempo a leer mis humildes reflexiones. Un abrazo, naranja no tan mecánica.
Hola Soy Blonde Sea
Bonito comentario, je, je ,je.
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