Lu, Nela, Luis, Gustavo y Marcial

Para los momentos de tribulación, nada mejor que atravesar las tardes con un repóker de ases. Inolvidable la polémica con Marcial con Gustavo como juez de paz sobre las bondades de cierta bibliotecaria mientras damos buena cuenta de un pollo asado; inolvidable la comida china y sendos pacharanes con Nela y Luis, mientras soltamos nuestros demonios aderezados con un chorro generoso de risas y admirable Lu, con su mensaje cálido y reconfortante. Por no hablar de mis compañeros de viaje, de sobra conocidos.