La partida de ajedrez
El ajedrez como trasunto de la vida. Un rey torpón e incompetente al que de nada valen sus condecoraciones ahora que la reina sufre una seria amenaza.
De todo un poco, como en botica. Apuntes medioseculares, donde, por hablar, se habla hasta del gobierno. Este blog cuenta con la bendición de los siguientes santos: San Woody, San Humphrey, San Frank McCourt, Santa Almudena, Grande de España, patrona de los canadienses, y Santa Dorothy Parker. Borrachos y borrachas de sombra negra, abstenerse.
4 Comments:
Te fuiste a cazar gamusinos?... pues haberte quedado en casa ;)
Ahora debes apechugar con el dolor de ancas, que supongo es mucho más ligero que el que amenaza a tu reina.
Yo de ajedrez no entiendo nada pero sí de cuidados y puedo asegurarte que no hay nadie tan torpe ni tan incompetente que no sepa estar a la altura de las condecoraciones recibidas.
Saca pecho y espada y haz que la dama avance por el tablero orgullosa de su tropa.
Mi querida Mares, confieso que no he entendido nada: ni lo de los gamusinos ni el dolor de ancas. Y créeme, yo también entiendo mucho de cuidados, no solo de ajedrez.
Disculpa mi comentario que sólo pretendía endulzar el momento amargo que intuyo estas pasando.
Yo de ajedrez no entiendo, ni de reyes ni de reinas,ni ... tan sólo moví a mi rey (emérito) para descolocar un poco tu situación en un intento de distracción.
No pasa nada, Mares. Sé que lo hiciste con buena intención. Tú al menos estás ahí.
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