Hoy, Júpiter
Con la lectura de la novela de Landero siento la misma admiración emocionada que me provocan Stevenson, Hopper, Mozart o Pissarro. Es tan sutil la manera con que arma sus frases, tan firme el modo con que enhebra los párrafos, es tanto el sabio escepticismo que destilan sus páginas, la pasión encubierta hacia la palabra, tan definitiva la muda pero expresiva aceptación de la derrota de sus personajes, que uno solo lamenta que en breve llegue la última página.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home