Blog de Juan Fernández

De todo un poco, como en botica. Apuntes medioseculares, donde, por hablar, se habla hasta del gobierno. Este blog cuenta con la bendición de los siguientes santos: San Woody, San Humphrey, San Frank McCourt, Santa Almudena, Grande de España, patrona de los canadienses, y Santa Dorothy Parker. Borrachos y borrachas de sombra negra, abstenerse.

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viernes, noviembre 30, 2007

Blog o no blog

La fabulosa Fabu lleva razón: ¿a quién le importa lo que tú opines sobre Landero? No sólo lleva razón, sino que ahonda en una duda que me corroe desde hace tiempo: ¿para qué coño se abre un blog? No tengo respuesta. Como tampoco la tengo para que desconocidos que recalan por puro azar desde los lugares más insospechados en este blog (por cierto, mi lector chino ha desertado), dediquen media hora con nocturnidad y alevosía a recorrer sus páginas. No tengo, ya digo, respuesta. No soy vanidoso, ni tengo madera de líder, ni gran cosa que contar. Y sin embargo, escribo, contra la lógica, el sentido común y el más elemental de los decoros. O puede que, simplemente, mi padre también llevase razón cuando, siendo muy pequeño, me decía que era un cascarilla, que no sabía callar. Por cierto, nada me haría más feliz que, de vez en cuando, los anónimos lectores dejasen algún comentario, para evitar este insufrible monólogo.

jueves, noviembre 29, 2007

El donante de sonrisas

Me dice el bibliotecario que tengo un libro sin devolver. Debe tratarse de un error, estoy seguro, le digo. El hombre se recorre toda la estantería, para ver si lo encuentra. Mira bien en casa, me dice. A los cinco minutos estoy de vuelta para informarle de que el libro no aparece ni por asomo. Hasta la directora toma cartas en el asunto y me hace pasar a su despacho, toda compungida, para revisar los archivos. De nuevo en casa, descubro que el libro está caído tras la impresora. Regreso con dos libros, el recuperado y un ejemplar de La sonrisa de Buster Keaton. Mis disculpas, le digo al bibliotecario; y como justo castigo, añado, quiero hacer una donación. Coge el ejemplar y lee en voz alta el nombre del autor, Juan Fernández Sánchez. No he leído nada de él, me informa. Yo tampoco, le contesto. Y me voy.

miércoles, noviembre 28, 2007

La vida privada de los árboles

La vida, sobre todo la privada, es dolor, viene a decirnos Alejandro Zambra en esta obra engañosamente menor. El narrador espera el regreso de su mujer y decide escribir hasta que llegue o sepa que nunca ha de volver. Es una escritura exorcizante, que trata de encubrir la circunstancia temida, la posibilidad aterradora. Como muchos de nosotros, Julián se ve desbordado por los acontecimientos, la vida es un artilugio sin manual de instrucciones, sorprendente, injusta, imprevisible. Nada puede salvarnos. La inversión generosa de afectos, el derroche de bondad, de racionalismo, pueden precipitarse por el abismo del olvido y dejarnos, como última coartada para no saltar nosotros mismos al vacío, el estéril recurso al pataleo de contarlo. Aunque sepamos que ella nunca nos leerá, ocupada como está en amar otros cuerpos y cultivar nuevas pasiones.

martes, noviembre 27, 2007

Siendo como soy, ¿y qué?

Clase de 1º D. En plena explicación, Diego me interpela: Profe, ¿tú eres escritor? Isamar se apresura a replicar: Pero, ¿tú eres tonto? ¿Cómo quieres que sea escritor, siendo como es?
Y una más de la inigualable alumna. Explico el final de una poesía, y mis ojos se cierran, ¿os fijáis?, les digo, el verbo cerrar sirve para indicar que se ha quedado dormida y para cerrar el poema. Isamar me mira asombrada. Le digo que si lo ha entendido. Pues claro, responde. Vuelvo a insistir en el sutil juego de la poeta, la ambivalencia. A Isamar todas estas disquiciones le deben parecer una inmensa chorrada, porque por toda respuesta concluye: ¿Y qué?

lunes, noviembre 26, 2007

Olga de Amaral


Desde que descubrí que partiendo de El Retiro se puede llegar caminando a cualquier punto de la capital, rara es la exposición en Casa de Vacas que me pierdo. La última la he pillado por los pelos, ya que se clausuró ayer. Se trataba de una exposición de tapices de la artista colombiana Olga de Amaral. Confieso que siento una profunda envidia por las artes plásticas, y no sólo porque solía suspender esta materia en el instituto. Mientras que las palabras están requetesobadas, manidas, adulteradas, es difícil sacarles brillo, como esos parqués mil veces acuchillados, la música, la pintura, la escultura, aún gozan del privilegio de la inocencia. Lleva razón Olga de Amaral, el hilo es la palabra, y la luz. Donde otros ponemos sílabas, palabras, ella utiliza lino, plata, estaño, oro, hasta dar forma a nuestros sueños más inefables, a nuestros impulsos más nobles. Y nos hace emocionar a través de la belleza no adulterada. En el principio no fue el Verbo: fue la Luz.

domingo, noviembre 25, 2007

La torre de Suso


La película arranca bien, con la voz en off de un muerto y con una hilarante escena entre Malena Alterio y Javier Cámara, y aguanta media hora con diálogos más o menos ingeniosos y media docena de actores secundarios que sostienen el cada vez más endeble guión (con alguna perla del tipo Como vomites a Suso, te mato a hostias). Pero a partir de ahí ni Cámara es capaz de arreglar el desaguisado. A los guionistas se les va la mano y, como a Suso, nos matan con una sobredosis, en este caso de sensiblería. Hay discursos tan surrealistas que podrían estudiarse en las escuelas de creatividad artística como ejemplo de lo que es profanar el decoro. Por si fuese poco, una música pretendidamente celta subraya hasta la náusea los picos emocionales. En fin, que lo que comenzó siendo un canto a la amistad y una reivindicación de las emociones, acaba con el público pidiendo la hora y la devolución del precio de la entrada. Pobre cine español, vivo a base de generosas subvenciones.

sábado, noviembre 24, 2007

El universo moral del artista


No recuerdo, tal vez Wilde, quién dijo que el artista crea su propio universo moral, y debe ser cierto, porque no he leído, ni escuchado, que nadie haya censurado la diferencia de edad entre Fernán-Gómez y Emma Cohen, 26 años, mientras que sí se alzaron voces estridentes cuando la muerte del futbolista sevillano, Puerta creo que se apellidaba, cuya mujer, ahora viuda, le sacaba 21 años. Nunca podré entender cómo, con lo difícil que resulta vivir, hay tanto voluntario para poner toneladas de piedras moralistas bajo las ruedas, que sieguen la hierba con tanto ardor bajo los pies. Y viendo la catadura y el historial de la institución de la que proviene esa moral, lo entiendo aún menos, la verdad. En todo caso, consuela saber que aún quedan reductos, oasis, el del arte, donde los savonarolas de guardia tienen muy poco que hacer, por no decir nada. En fin, yo quiero ser artista.

viernes, noviembre 23, 2007

Ángel Talavante

La clase de 1º D sufrió una inundación y aún permanece un ambiente bastante húmedo. Ángel es alérgico a la humedad y ha tenido que emigrar a 1º E, hasta nueva orden. Le tengo en esta aula a segunda hora, en la clase de hoy. Dos horas más tarde, me lo encuentro sentado en 1º D, esperándome. Pero, Ángel, le digo, tú no puedes estar aquí, hay mucha humedad. Sí, hombre, replica, y me voy a perder tu clase de Lengua; además, con un par de chutes de Ventolín, aguanto hasta una hora. Y es que hay alumnos que son inmensos aunque sólo midan un metro y medio escaso.

jueves, noviembre 22, 2007

Fernando Fernán-Gómez

Hace falta ser muy grande para admitir lo que este último anarquista reconoció en sus memorias: En mi vida sentimental he ido de destrozo en destrozo y de derrota en derrota. En un mundo que sacraliza el éxito, alguien que dice eso es, sin ninguna duda, un auténtico número uno. Y alguien que nos ha emocionado tantas veces, también.

miércoles, noviembre 21, 2007

Barrio de Salamanca

Y los martes toca barrio de Salamanca. Tengo con él una vieja relación, desde mis tiempos de trabajador veraniego en la mejor heladería por aquel entonces de Madrid, en Alcalá esquina a Principe de Vergara. Cuando il signore Bruno, el dueño, me enviaba a llevar los botes de helado a las clases pudientes de la zona (procuradores en Cortes, abogados, periodistas, la viuda de Franco...), además de aprovechar para darme una vuelta por El Retiro, ejercía dignamente mi derecho a subir por el ascensor principal, y no por el montacargas, adonde invariablemente me enviaban los celosos porteros. La cosa acababa inevitablemente en trifulca, pero siempre con un par de ágiles zancadas por mi parte para introducirme en el mencionado ascensor. Como homenaje a aquellos tiempos, mi columna en la revista del distrito se llama La puerta de servicio. En fin, de lo que quería hablar es del cierre de una magnífica librería inglesa, sita en la calle Padilla, Hartley's. Imagino que en su lugar abrirán un banco. O alguna sección del sacrosanto Corte Inglés.

martes, noviembre 20, 2007

Ministerio

Los lunes toca ministerio. Llegó uno hace meses contaminado por el aire galdosiano, esperando ver atmósferas viciadas, personajes indolentes e iletrados, un clima de perezosa desesperación, de apática tristeza, y se encuentra a una jefa generosa y comprometida (estoy demasiado a la izquierda, me dice), compañeros laboriosos que te saludan como si hace años que formases parte de la cofradía y una secretaria, Pilar, pura humanidad, que me trae, para que lo lea, nada menos a Stefan Zweig, de quien solo cuatro iniciados han oído hablar por estos lares. Nos trata a todos de usted, pero con una sonrisa que engalana su palabra, como si también los lunes fuesen días festivos.

lunes, noviembre 19, 2007

EL PAÍS

Leo en la portada de El País digital que el obispo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal, ha pedido perdón por el papel de la Iglesia en la guerra civil. Virgen santa, me digo. Por si acaso, me voy al discurso íntegro de Blázquez. Y nada de nada. Unas cuantas afirmaciones genéricas, que a nada comprometen, y santas pascuas. Últimamente El País está sembrado. No ha mucho, decía que la concesión del premio Planeta a su colaborador Millás, dignificaba al premio. Con un par. Felizmente, no dijeron nada sobre el premio al finalista de Boris Izaguirre, también de la cuadra PRISA. Que un tipo como Millas, que nos da la vara viernes tras viernes, cual muecín pertinaz y cansino, sobre la ética, la moral y las buenas costumbres, acabe aceptando los 600000 euros del premio más corrupto del panorama español me hace recordar aquella frase de Groucho Marx cuando le intentan sobornar: ¡cómo se atreve! ¿por quién me ha tomado? ¡O dobla su oferta o me voy ahora mismo!

domingo, noviembre 18, 2007

La izquierda beata

Hay también una izquierda beata, fiel a unos principios doctrinarios que quedan muy bien como partituras pero son un desastre cuando se llevan a la práctica. La última ocurrencia del tripartito catalán es permitir que sean los equipos directivos de los institutos los que lleven a cabo la selección de los profesores. Me he echado a temblar. De aplicarse esta medida aquí en Madrid, la mitad más uno de mis compañeros del curso pasado estaríamos en los semáforos vendiendo pañuelos. Y si las cosas vienen mal dadas, en las esquinas. Me temo que algunos, la verdad, ya no tenemos edad para eso.

sábado, noviembre 17, 2007

La izquierda exquisita

Ahí estamos, unos cuantos amigos en plena madurez, haciendo profundas disquisiciones y definitivas exégesis sobre los males del mundo, descalificando (yo el más radical de todos, obviamente) al gobierno porque su política mantiene o potencia los desequilibrios sociales, desentonando un poco con nuestros vaqueros y nuestras camisas a cuadros en ese restaurante de clientes engominados, jóvenes superlativas, fotos de famosos y maitre de sonrisa corteinglesa, mientras nos metemos entre pecho y espalda una lubina a la espalda y un vino de los de a 30 euros la botella. Eso sí, cuando pedimos la cuenta somos absolutamente solidarios a la hora de pagar. La socialización del placer.

viernes, noviembre 16, 2007

Guadalupe

Tiene una perenne sonrisa entre escéptica y burlona, el rictus bogartiano de quien ha sobrevivido a mil batallas sin despeinarse en exceso. Guadalupe es la nota rubia a la hora del café, repartiendo bulas de progresía y civismo. Tú eres un pesimista, me dice, te pega. Y yo asiento, aunque me gustaría contestarle que la pesimista es la vida, no yo. Además de rubia, es generosa. Cuando le planteo sin mucha convicción si estaría dispuesta a hacernos el cartel para el certamen de cuentos de Vicálvaro, accede. Yo siempre digo que sí, me aclara. Y sonríe, burlona y escéptica.

jueves, noviembre 15, 2007

Los cuerpos fugaces

Al empezar una nueva novela son inevitables algunas preguntas: ¿merece la pena tan descomunal inversión de tiempo?, ¿tengo el suficiente talento para ser publicado?, ¿estoy dispuesto a afrontar los descubrimientos de todo tipo que irán surgiendo? Escribir una novela es comparable a correr una maratón. Siempre llega un momento en que el dolor es tan fuerte que la tentación de abandono es demasiado apremiante como para ignorarla. Tengo los personajes: un periodista deportivo, una profesora, una paisajista, un arquitecto, una inspectora de policía, un guía turístico, un periodista con vocación de escritor, una adolescente, una actriz aficionada, un jubilado por un atentado terrorista, otro joven adolescente. Y tengo escrito ya el primer párrafo, el más difícil. De modo que, sin mapa alguno, pero con una brújula algo desnortada, iniciaré el viaje de largo recorrido con la esperanza de llegar a alguna parte.

miércoles, noviembre 14, 2007

Que la Pedagogía me perdone

Nunca entenderé a esos compañeros que hablan con displicencia de los primeros de ESO. Este año tengo dos, y cada clase se convierte en una aventura imprevisible. Es tal su vitalidad e imaginación (y tanto su odio a los lexemas y morfemas), que podemos empezar la clase con una dramatización (JM Seballos haciendo de cantante de reggaeton atendiendo una rueda de prensa) y acabar con C Rempert interpretando a la Mala Rodríguez. Lo de hoy ha sido peor: hemos pasado de una oda de Pablo Neruda a un debate sobre la ouija. Eso, por no contar los recibimientos que te hacen: venga, profe, que llegas tarde. Y tienes que chocar unas cuantas manos, como si fueses Pau Gasol. Eso sí, en cuanto oyen la palabra lexema se les tuerce el gesto. Y a mí también.

martes, noviembre 13, 2007

Momento Amélie


Entro en el instituto y al plantarme en el vestíbulo llegan hasta mí las notas del Further up on the road, de Bruce Springsteen, desde el aula de música. No es posible, me digo, mi canción talismán. Le manifiesto mi sorpresa a Fernando, el profesor de música, en el recreo. Es culpa tuya, me dice. Esa misma noche me llama FB a casa. Quiero que me consigas la letra del Further up on the road, me pide. ¿Qué tiene esa canción? ¿Magia?

lunes, noviembre 12, 2007

La elegancia del erizo


Esta historia a dos voces, la de la portera Renée y la adolescente Paloma, tiene la virtud de poner patas arriba todo un sofisticado entramado social y demostrarnos, una vez más, que la única forma de no ahogarnos en el lodazal que inunda nuestras vidas es tener el coraje de desviarnos de las sendas transitadas, de rebelarnos contra las morales vigentes y subirnos sin pagar al tren que siempre esperamos. El contrapunto entre ambas voces, con mayor relevancia para el personaje de Renée, me parece un hallazgo narrativo, como también lo es la corrosiva ironía y el alarde de culturalismo, siempre justificado, que subvierte el relato. Espero no pecar de indiscreto si confieso que el desenlace final me hizo llorar a rienda suelta.

domingo, noviembre 11, 2007

Carver y el rey


A Raymond Carver le habría gustado ver cómo todo un rey utilizaba (eso sí, sin citar la fuente) uno de sus títulos más emblemáticos, Will you please be quiet, please?, ¿por qué no te callas? Referencias literarias al margen produce vergüenza ajena ver a un caudillo populista como Chávez actuar como abanderado de los parias, cuando todos sabemos cuál es el tren de vida de los dirigentes de su partido en Venezuela y cómo se reparten los beneficios petroleros. Pero, en fin, sólo por ver a Aznar llamando a Zapatero para agradecerle el gesto, todo este rifirrafe ha merecido la pena.
PD.- La sonrisa, gratis (próximamente).

sábado, noviembre 10, 2007

MUSAC


Hace pocos días tuve el placer de descubrir este coqueto museo leonés, donde se aúnan el atrevimiento exterior e interior, la fachada policromada de vidrio con una exposición, Existencias, en la que varios artistas aportan una mirada nueva sobre la realidad. Dentro del afán febril por remedar el efecto Guggenheim, es MUSAC una apuesta sensata e irreverente a un tiempo que, sin duda, aporta otro aliciente para visitar la tierra del inefable Tino, maestro de maestros.

viernes, noviembre 09, 2007

ONCE


Hay películas cuya mera distribución en los cines españoles bien parece un milagro. Esta, ONCE, es una de ellas. Un musical, Glen Hansard, un músico callejero, y Marketa Irglova, una inmigrante checa, hilvanado canciones que hablan de los tópicos del amor y del desamor, las calles de Dublín como escenario y unos cuantos secundarios para salpimentar la trama, parecen poca cosa a primera vista. Y sin embargo, es tanta la emoción contenida, tan suprema la habilidad con que muestra la dificultad de ser felices, de enderezar el timón aunque a veces el viento role y sople a barlovento, tan auténtica y sobria la interpretación de los actores, tan emotiva la generosidad que recorre la historia (magistral la figura del padre), tan reconfortante la banda musical, que bien harán los escasos lectores de este blog en superar prejuicios y acercarse a los Renoir de la plaza España.

jueves, noviembre 08, 2007

De la salud

Le explico al doctor especialista mis síntomas y se apresura a mandarme media docena de pruebas. Le noto algo preocupado cuando me explica que dados mis antecedentes familiares hay que empezar por asegurarse de que no se trata de una enfermedad realmente grave. Tal vez por ello, por ese gesto algo sombrío con que me habla, para tranquilizarle, le digo: no se preocupe, ya me he muerto otras veces. Por un momento parece vacilar sobre la conveniencia de añadir a las pruebas ya previstas una de salud mental.

miércoles, noviembre 07, 2007

Manuel


Tiene Manuel un aire entre visionario y místico, atemperado por su ademán tranquilo, casi cachazudo. Hay en su verbo espacioso, en la morosidad de sus relatos, la convicción y la pureza del anarquista incontaminado, del hombre ético a salvo de la fealdad del mundo tras un rumor de versos arrebatados. Y tiene también, junto al don de la palabra, el don de la escucha. Mientras hablas, asiente levemente y subraya con su mirada limpia el eco de tu discurso, como si el tiempo se hubiese ralentizado en un meandro y no dictasen sus órdenes los relojes. Cuando le veo con su chaqueta negra, su barba de profeta y su sonrisa bondadosa, me digo que uno se puede morir tranquilo, a sabiendas de que deja lo poco que queda de la escuela pública en las mejores manos.

martes, noviembre 06, 2007

Me equivocaría otra vez

Lo dice el lúcido Fito, y lo suscribo. Da la impresión de que esta sociedad tiende no sólo a la especulación financiera, sino también a la afectiva, y me parece un error lamentable. Si hay algo en lo que nos podemos mostrar rumbosos, con una generosidad rayana en el despilfarro, es en materia de afectos. No importa que a veces caigamos en la bancarrota, que alguien invierta nuestros ahorros sentimentales en otra entidad corpórea y nos deje un descubierto, porque por lo general este tipo de inversiones dan bastantes intereses humanos, gozan de una gran rentabilidad social. Cuando muera, quiero haber gastado hasta el último penique de amistad, irme al más allá con mi morral de sonrisas agotado y liquidado por completo mi fondo de pasiones.

lunes, noviembre 05, 2007

Yo y El Corte Inglés


Pero, hombre, me dice, ¿a ti qué te ha hecho El Corte Inglés? Entonces recurro a mi viejo chiste, una señora está hablando de sus tres hijos, a los dos primeros les ha ido regular, no me puedo quejar, dice, el mayor es ingeniero jefe en Cabo Cañaveral, el segundo, director de la Tate Modern, pero el tercero, suspira, el tercero sí que ha triunfado en toda regla: me trabaja en El Corte Inglés, es jefe de la sección de complementos. Por si no bastase, añado un diálogo real, yo preguntando dónde está la sección de poesía y la dependienta, debidamente uniformada de mente y vestuario, respondiendo: caballero, en El Corte Inglés no hay poesía.

domingo, noviembre 04, 2007

Opiniones de un payaso

Un payaso es alguien que convierte su fracaso en una fiesta para hacer felices a los demás.
Pepe Viyuela

Del fuego y sus efectos

Hay fuegos tan deslumbrantes que te ciegan para siempre; y tan voraces, que se alimentan incluso de tus propias cenizas.
Shakîr Wa'el